Mario Iceta presidió la celebración eucarística en el Seminario Diocesano de San José, donde se inauguró un nuevo órgano, subrayando la importancia de la santidad en la vida cristiana durante su homilía.
El arzobispo de Burgos, Mario Iceta, presidió la misa celebrada en el Seminario Diocesano de San José con motivo de su fiesta patronal. Durante la homilía, destacó la importancia de la santidad en la vida cristiana y afirmó que «una vida sin santidad no merece la pena». En esta ocasión también se inauguró un nuevo órgano en el seminario, que aportó un valor especial a la celebración.
La presencia del prelado y la renovación del instrumento musical constituyeron un momento relevante para la diócesis, que busca fomentar tanto la formación espiritual como cultural en sus futuros sacerdotes. La incorporación del órgano permitirá enriquecer las celebraciones litúrgicas y fortalecer el ambiente de oración dentro del centro formativo.
