El proyecto "Habita el interior" busca integrar a familias migrantes en zonas rurales de Málaga, promoviendo el arraigo y combatiendo el despoblamiento, con el apoyo de diversas entidades eclesiales y sociales.
La Mesa del Mundo Rural, impulsada por la Conferencia Episcopal Española, ha iniciado su andadura en Málaga con el proyecto “Habita el interior”. Esta iniciativa, respaldada por entidades como la Delegación diocesana de Migraciones, Sedeq SFB, Uyamaa, Misioneros de la Consolata, Cooperativa Comundo y Cáritas, busca fomentar el arraigo de familias migrantes en zonas rurales de Málaga. El proyecto, que comenzó a nivel nacional en diciembre de 2021, ya ha comenzado a integrar y acompañar a una familia que huía de la violencia, acogida en un pueblo de la provincia.
El objetivo de esta iniciativa es crear una red que facilite la integración de nuevos vecinos en los pueblos del interior de Málaga, ofreciendo oportunidades de estabilidad y ayudando a prevenir el despoblamiento rural. La Delegación de Migraciones de la diócesis subraya su papel como mediador entre los pueblos con problemas demográficos y las familias migrantes que buscan trabajo y vivienda estables. La Mesa del Mundo Rural no solo actúa como conector laboral, sino que también acompaña a las familias en su proceso migratorio hasta lograr su arraigo.
Para alcanzar sus objetivos, el proyecto realizará un estudio de campo en municipios con riesgo de despoblamiento, como Jubrique, Genalguacil y Benaoján. La intención es valorar los recursos habitacionales y laborales disponibles en estos pueblos. Además, se destaca la importancia de formar comunidades acogedoras y hospitalarias, trabajando en red con otras entidades y asociaciones para abordar el problema demográfico y migratorio.
Durante octubre, la Delegación diocesana de Migraciones ofrecerá recursos en su web para profundizar en la realidad migratoria desde una perspectiva cristiana. Entre las actividades programadas se incluyen una vigilia de oración el 2 de octubre, una adoración el 3 de octubre y la Eucaristía del Día del Migrante y Refugiado el 5 de octubre en la Catedral de Málaga, presidida por el obispo José Antonio Satué. Además, el 8 de octubre se celebrará un Círculo de Silencio en la plaza de la Constitución. El mes culminará con una exposición sobre la trata de personas, inaugurada el 17 de octubre en la Agrupación de Cofradías de Semana Santa de Málaga.