La Diócesis de Málaga ha inaugurado la Mesa del Mundo Rural, un proyecto que busca integrar a familias migrantes en pueblos en riesgo de despoblamiento, promoviendo su arraigo y estabilidad en la región.
La catedral de Málaga fue el escenario de una Eucaristía en el marco de la Jornada del Migrante y Refugiado, presidida por el obispo José Antonio Satué. En esta celebración participaron diversas comunidades de migrantes y refugiados que conviven con los diocesanos. Durante la homilía, el obispo animó a acoger a quienes llegan para compartir vida, destacando la labor de la Delegación de Migraciones en la aplicación de los verbos "acoger, proteger, promover e integrar", mencionados por el Papa Francisco.
El próximo 8 de octubre se llevará a cabo el Círculo de Silencio en Málaga y otras localidades de la provincia, coincidiendo con la Jornada Mundial por el Trabajo Decente. Este evento, organizado por Cáritas, la CONFER y la HOAC de Málaga, busca reivindicar condiciones laborales justas, como salarios adecuados y entornos de trabajo seguros. En la capital, la jornada comenzará con una Eucaristía en la parroquia de Stella Maris, seguida de un encuentro de oración y reflexión en la Plaza de la Constitución.
La Diócesis de Málaga ha puesto en marcha la Mesa del Mundo Rural, un proyecto que busca integrar a familias migrantes en pueblos con riesgo de despoblamiento. Esta iniciativa, respaldada por diversas entidades, pretende crear una red que facilite la integración y estabilidad de los nuevos vecinos, ofreciendo oportunidades para el arraigo rural. La Delegación de Migraciones subraya la importancia de formar comunidades acogedoras y hospitalarias, trabajando en red con otras entidades para abordar los desafíos demográficos y migratorios.