El Cardenal Sarah ha manifestado su preocupación sobre la Misa Tradicional y su esperanza de que el Papa León XIV considere las dificultades actuales, subrayando que el pontífice es el padre de todos los fieles.
En una reciente entrevista concedida a Tribune Chrétienne desde su residencia en Roma, el Cardenal Sarah abordó temas de gran relevancia para la comunidad católica, en particular su vinculación con la Misa Tradicional en Latín y la situación de los fieles tradicionalistas. Durante la conversación, el entrevistador recordó al cardenal sus palabras en Saint-Anne d'Auray sobre la grandeza del hombre cuando está de rodillas, y le preguntó sobre sus expectativas respecto al motu proprio Traditionis custodes bajo el nuevo pontificado, especialmente en el contexto de Francia, donde su aplicación ha sido motivo de controversia.
El Cardenal Sarah expresó su convicción de que es necesario reflexionar dentro de la Iglesia sobre la unidad que Jesús buscó al instituir el sacramento de la Eucaristía. "Hemos convertido la Misa en un campo de batalla entre tradicionalistas y progresistas", afirmó, lamentando que la liturgia se haya transformado en motivo de división. Subrayó la importancia de la liturgia como el momento de encuentro directo entre el hombre y Dios, y cuestionó las prohibiciones que han surgido en torno a ella.
El cardenal destacó que el Papa León XIV está al tanto de esta situación y de las dificultades que entraña. Aunque no sabe qué acciones tomará el pontífice, confía en que buscará una solución que tenga en cuenta a todos los fieles, tanto tradicionalistas como progresistas. "El Papa es el padre de todos, de cada uno de nosotros", afirmó, enfatizando la necesidad de reconocer las diversas sensibilidades dentro de la Iglesia.
Finalmente, el Cardenal Sarah mencionó que ha tenido la oportunidad de discutir estos temas con el Papa León XIV, quien, según él, es consciente de la importancia de dar espacio a todos los fieles. "El Papa no puede ignorar a sus hijos", concluyó, mostrando su esperanza de que el Santo Padre actúe en consecuencia.