Los obispos católicos de Ucrania han visitado Ternopil para ofrecer apoyo a la población tras los recientes bombardeos, en el marco de su encuentro anual en el santuario mariano de Zarvanytsia.
Los obispos católicos de Ucrania realizaron un peregrinaje a la ciudad de Ternopil, gravemente bombardeada entre el 18 y el 19 de noviembre, para brindar consuelo a la población afectada. En una entrevista con los medios vaticanos, el nuncio apostólico en Ucrania, el arzobispo Visvaldas Kulbokas, señaló que la Iglesia permanece cercana a quienes lo han perdido todo. Esta iniciativa se inscribe en el encuentro anual de los obispos católicos celebrado en el santuario mariano de Zarvanytsia, en la región de Ternopil.
Durante la visita, los prelados de rito latino y greco-católico se reunieron con familiares de las víctimas y compartieron su dolor mediante la oración. El arzobispo Kulbokas calificó esta acción como un auténtico peregrinaje y destacó la necesidad de intensificar las oraciones por Ucrania. Ternopil, situada a unos 800 kilómetros del frente bélico, ha sufrido las devastadoras consecuencias del conflicto moderno, que afecta tanto a quienes combaten en las trincheras como a quienes permanecen en sus hogares.
El metropolita de la Arcieparquía greco-católica de Ternopil, Teodor Martynyuk, desempeñó un papel fundamental en la organización del viaje, que contó además con la colaboración de las autoridades locales debido a las dificultades para acceder tras los bombardeos. Los obispos pudieron encontrarse con familiares y con quienes visitan diariamente los lugares afectados para recordar a las víctimas mediante oraciones y gestos.
