Tres obispos alemanes se han distanciado públicamente del nuevo documento de la Conferencia Episcopal Alemana sobre la "diversidad de identidades sexuales" para las escuelas.
El centro de la controversia es un texto de 48 páginas titulado Geschaffen, erlöst und geliebt: Sichtbarkeit und Anerkennung der Vielfalt sexueller Identitäten in der Schule (“Creado, Redimido y Amado: Visibilidad y Reconocimiento de la Diversidad de Identidades Sexuales en la Escuela”). Publicado el 30 de octubre por la Comisión de Educación y Escuelas de la Conferencia Episcopal Alemana, el documento pretende servir como guía para las escuelas católicas y otras instituciones educativas en Alemania. Debido a debates internos durante el verano pasado, el texto fue inicialmente retenido y sometido a revisión.
Partiendo de la premisa de que “la diversidad de identidades sexuales es un hecho”, el documento solicita a los centros escolares fomentar un ambiente libre de discriminación para estudiantes, personal y padres que se identifiquen como queer. Asimismo, exhorta a los alumnos a respetar la autoidentificación y autodesignación de sus compañeros con esta identidad, además de respaldar iniciativas que visibilicen su situación. La palabra inglesa “queer” es empleada con frecuencia por algunas organizaciones alemanas, incluidas ciertas diócesis, como término genérico para personas que se identifican dentro del colectivo LGBT.
En el prólogo, el presidente de la comisión, el obispo Heinrich Timmerevers, de Dresde-Meissen, subraya que el texto no pretende ofrecer una evaluación moral-teológica exhaustiva. Más bien, busca proporcionar directrices pastorales y pedagógicas basadas en las ciencias humanas contemporáneas. Se anima a los profesores a utilizar un lenguaje que refleje “la diversidad de identidades sexuales”. Por su parte, en las clases de religión se recomienda presentar las cuestiones controvertidas sobre moral sexual como tales, permitiendo que los alumnos formen sus propios juicios.
El obispo Stefan Oster, de Passau, ofreció una respuesta más detallada. En un comentario publicado en línea reconoció preocupaciones legítimas respecto a jóvenes vulnerables, pero afirmó distanciarse “completamente” tanto del enfoque teológico como filosófico, pedagógico y psicológico del desarrollo presente en el documento. Aunque el folleto se publica bajo el nombre colectivo “Los Obispos Alemanes”, Oster insistió en que no habla en nombre del conjunto episcopal y advirtió que promueve una antropología que desacraliza la comprensión cristiana tradicional de la persona humana.
A continuación, el obispo de Ratisbona, Rudolf Voderholzer, se sumó explícitamente a esta crítica. Su diócesis republicó el texto elaborado por Passau como un “análisis crítico” de las tesis centrales y acusó a la dirección episcopal alemana de impulsar el documento casi sin modificaciones pese a las solicitudes reiteradas para su revisión en el Consejo Permanente. La respuesta desde Ratisbona denunció una “agenda” promovida “en nuestro nombre”. Cabe precisar que el Consejo Permanente es el órgano ejecutivo donde los 27 obispos diocesanos se reúnen varias veces al año para tratar asuntos ordinarios y coordinarse entre las asambleas plenarias.
La tercera crítica provino desde Colonia. La arquidiócesis, encabezada por el cardenal Rainer Maria Woelki, emitió un comunicado rechazando toda forma de discriminación en las escuelas católicas. Sin embargo, respecto al análisis teológico y antropológico del documento Geschaffen, erlöst und geliebt, manifestó estar “alineada” con las observaciones realizadas por Oster.
Diversas voces han contribuido a esta recepción mixta. El obispo auxiliar Thomas Maria Renz, de Rottenburg y vicepresidente de la comisión escolar, valoró positivamente el esfuerzo por proteger a jóvenes vulnerables. No obstante, advirtió contra una aceptación “ingenua” e indiscriminada de toda forma de autodescripción adolescente durante su desarrollo. Reclamó un enfoque más riguroso en materia educativa para acompañar adecuadamente este proceso.
