En Francia, se ha producido un nuevo acto de profanación en una iglesia, donde ha sido robado el cráneo de un santo. Este incidente se suma a una serie de actos vandálicos que han afectado a lugares de culto en el país, generando preocupación entre los fieles. La sustracción de reliquias sagradas no solo constituye un delito, sino que también hiere profundamente la sensibilidad religiosa de los católicos, para quienes estos objetos tienen un valor espiritual incalculable.
Por otro lado, se observa una tendencia preocupante en las celebraciones navideñas, donde los niños comienzan a ser reemplazados por animales en las mesas familiares. Según diversas informaciones, esta práctica refleja cambios en las dinámicas familiares y sociales, donde la presencia de los más pequeños parece estar disminuyendo. Este fenómeno plantea interrogantes sobre el papel de la familia y la transmisión de tradiciones en la sociedad contemporánea.
