El 23 de septiembre se conmemora a San Lino, reconocido como el primer sucesor de San Pedro en el obispado de Roma y quien habría sufrido martirio en el año 67.
San Lino es venerado en la tradición católica como el primer Papa después de San Pedro, desempeñando un papel crucial en la consolidación de la Iglesia primitiva. Su memoria se celebra el 23 de septiembre, fecha compartida con otros santos como Liutwin, Gerhild, Rotraud, Thekla, Pio y Basin. Según las fuentes históricas, San Lino habría sufrido el martirio en el año 67, durante un periodo de intensa persecución contra los cristianos en el Imperio Romano.
El calendario litúrgico recuerda a estos santos, destacando la importancia de sus contribuciones y sacrificios en la historia de la Iglesia. La festividad de San Lino es una oportunidad para reflexionar sobre la continuidad apostólica y el legado de liderazgo espiritual que dejó a sus sucesores.