El Papa León XIV, durante la Misa de la Solemnidad de Todos los Santos, proclamó a San John Henry Newman como Doctor de la Iglesia y copatrono del mundo educativo, destacando su legado como fuente de inspiración para las nuevas generaciones.
En la celebración de la Solemnidad de Todos los Santos, el Papa León XIV presidió una misa en el Vaticano en la que anunció la proclamación de San John Henry Newman como Doctor de la Iglesia. Este reconocimiento se enmarca en el contexto del Jubileo del Mundo Educativo, designando a Newman como copatrono de todas las personas involucradas en el ámbito educativo, junto a Santo Tomás de Aquino. El Santo Padre destacó la relevancia cultural y espiritual de Newman, señalando que su figura servirá de inspiración a las nuevas generaciones, quienes, con un corazón sediento de infinito, están llamadas a emprender un viaje de investigación y conocimiento.
Durante su homilía, León XIV subrayó la importancia de las Bienaventuranzas como una nueva interpretación de la realidad, presentando a Jesús no solo como un maestro, sino como el Educador por excelencia. En este sentido, el Papa animó a las instituciones educativas a ser "laboratorios de profecía", donde la esperanza se viva y se proponga continuamente, recordando que el amor cristiano es profético y capaz de realizar milagros.
El Santo Padre también hizo hincapié en la necesidad de que las escuelas y universidades sean lugares de escucha y práctica del Evangelio, alentando a los educadores a no dejarse vencer por el pesimismo. Citó a su predecesor, el Papa Francisco, quien advirtió sobre la sombra del nihilismo en la cultura actual, y recordó el himno de Newman "Lead, kindly light", como una metáfora de la educación que ofrece luz en medio de las tinieblas.
León XIV reflexionó sobre el legado de San John Henry Newman, destacando su contribución a la teoría y práctica de la educación. Recordó que cada persona tiene una misión única encomendada por Dios. El Papa concluyó su homilía rezando para que la educación católica ayude a cada individuo a descubrir su vocación a la santidad, siguiendo el camino trazado por las Bienaventuranzas.
