El Pontífice ha manifestado su apoyo a las víctimas del huracán Melissa, que ha causado graves inundaciones en Jamaica y Cuba, y ha agradecido la labor de las comunidades cristianas y voluntarios.
Al concluir la Audiencia General del 29 de octubre, el Papa León XIV dirigió sus pensamientos hacia el Caribe, afectado por el huracán Melissa. La tormenta, descrita como de "fuerza catastrófica", ha provocado violentas inundaciones en Jamaica y Cuba. En su intervención, el Papa expresó su cercanía a las víctimas y desplazados, animando a las autoridades civiles a "hacer todo lo posible" para apoyar a la población afectada. Además, agradeció a las comunidades cristianas y a los voluntarios por su ayuda humanitaria.
El huracán Melissa tocó tierra en Cuba, cerca de Chivirico, en la provincia de Santiago de Cuba, provocando el desplazamiento de miles de personas y causando daños significativos en viviendas, infraestructuras y hospitales. El Pontífice subrayó su respaldo a las autoridades civiles en sus esfuerzos por limitar los daños y manifestó su gratitud hacia las comunidades cristianas y organizaciones de voluntarios por su asistencia a los afectados.
