El nuevo nuncio apostólico en España, Piero Pioppo, enfrenta el desafío de cubrir las vacantes episcopales en varias diócesis del país.
Con la reciente confirmación del nombramiento de Piero Pioppo como nuncio apostólico en España y Andorra, se inicia una etapa crucial en la que deberá abordar la selección de nuevos obispos para diversas diócesis españolas. Pioppo, quien anteriormente ejerció como representante pontificio en Indonesia, tiene la responsabilidad de elaborar las ternas episcopales que serán presentadas en Roma, a pesar de que el Papa León XIV aún no ha designado un sucesor al frente del dicasterio para los obispos. La actividad vaticana en este ámbito no puede detenerse, incluso durante la sede vacante.
El papel del nuncio es esencial en la evaluación de posibles candidatos para el episcopado, una tarea que cobra especial relevancia en el contexto actual de la Iglesia en España. Actualmente, tres diócesis se encuentran sin obispo: Astorga, tras el traslado de su pastor a Córdoba; Teruel y Albarracín, debido a que José Antonio Satué asumió el cargo en Málaga el 13 de septiembre; y Osma-Soria, donde Abilio Martínez Varea fue nombrado obispo prior de Ciudad Real en julio.
Además de estas vacantes, existen diócesis cuyos obispos han superado la edad de jubilación canónica de 75 años. Entre ellos se encuentran el cardenal Juan José Omella, arzobispo de Barcelona, con 79 años; José María Yanguas de Cuenca, con 77 años; Sebastià Taltavull de Mallorca, también con 77 años; Rafael Zornoza de Cádiz, con 76 años; y José Manuel Lorca Planes de Cartagena, que cumplirá 76 años el 18 de octubre. Salvador Cristau, obispo de Terrassa, alcanzó los 75 años en abril. Asimismo, Casimiro López Llorente, obispo de Castellón, se unirá pronto a este grupo al cumplir años en diciembre.
La sede de la nunciatura, ubicada en el número 46 de la Avenida de Pío XII en Madrid, se convierte así en el epicentro de una intensa actividad en la búsqueda de nuevos líderes para la Iglesia en España. Un proceso que Piero Pioppo deberá gestionar con diligencia y sabiduría.