La Delegación de Pastoral de la Movilidad Humana de Madrid destaca la necesidad de un enfoque inclusivo ante el aumento de la xenofobia, en el marco del Día Internacional del Migrante.
La Delegación de Pastoral de la Movilidad Humana de la archidiócesis de Madrid ha destacado la importancia de promover un modelo inclusivo y acogedor frente al incremento del miedo y la xenofobia. En el contexto del Día Internacional del Migrante, celebrado el 18 de diciembre, se subraya la urgencia de fomentar una cultura del encuentro que favorezca el enriquecimiento mutuo en todos los ámbitos. Este planteamiento resulta especialmente pertinente en una sociedad donde las legislaciones tienden a endurecerse en materia de derechos humanos.
El lema elegido para este año, “Mi gran historia: culturas y desarrollo”, pone en evidencia cómo la movilidad humana impulsa el crecimiento y aporta riqueza a las sociedades. No obstante, la Delegación de Migraciones advierte que la regulación ordenada y segura de los flujos migratorios, propuesta en la Asamblea General de las Naciones Unidas celebrada en Marrakech en 2018, aún dista mucho de concretarse. En este sentido, las palabras del cardenal José Cobo, arzobispo de Madrid, durante la Misa del Jubileo de los Migrantes y Refugiados resaltan la necesidad de construir relatos positivos que favorezcan la integración y participación activa de los migrantes en la sociedad.
Por su parte, la Delegación respalda una Iniciativa Legislativa Popular que busca regularizar a quienes han echado raíces en nuestra comunidad y trabajan en la economía sumergida. Esta propuesta pretende que estas personas puedan ejercer plenamente sus derechos y cumplir con sus deberes colectivos, contribuyendo así a una sociedad más justa e inclusiva.
