La Conferencia Mundial de la Asociación Internacional Cristiana Marítima reúne a 260 participantes de 27 organizaciones para abordar los retos actuales del sector marítimo, como la inteligencia artificial y el bienestar laboral.
Barcelona acoge la Conferencia Mundial de la Asociación Internacional Cristiana Marítima (ICMA), que se celebra del 6 al 9 de octubre. Bajo el lema “Navegando el cambio”, el evento reúne a 260 participantes de todo el mundo, representantes de 27 organizaciones cristianas dedicadas al servicio de marineros, pescadores y sus familias. Los asistentes analizarán los principales retos actuales que afronta la gente de mar, como la inteligencia artificial y su impacto en la salud mental, la vida laboral y el bienestar de los trabajadores marítimos.
La conferencia aborda también la formación de marineros, el sector de cruceros y asuntos específicos de distintas regiones marítimas. El objetivo es promover mejores condiciones sociolaborales mediante normativas internacionales y controles estatales. Participan directores y delegados de la ICMA, así como representantes de organismos internacionales como la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la Organización Marítima Internacional (OMI), el sindicato ITF, la International Chamber of Shipping y la Comisión Europea.
El día 7, se celebrará una ceremonia ecuménica en la Cripta de la Basílica de la Sagrada Familia, presidida por el cardenal Juan José Omella. Además, el día 8, los participantes visitarán el Puerto de Barcelona y el Museo Marítimo, donde serán recibidos por Salvador Illa, presidente de la Generalitat de Cataluña. Mn. Ricard Rodríguez-Martos, director del Apostolado del Mar del arzobispado de Barcelona, destaca que el evento es una oportunidad para mostrar que el ministerio marítimo es un esfuerzo global, no exclusivo de Barcelona o sus puertos.
La conferencia subraya la importancia de la colaboración ecuménica entre diferentes iglesias para ayudar a los marineros. A pesar de las diferencias, existe una base común: el amor por los marineros y el deseo de asistirles en sus necesidades. Este enfoque busca no solo realizar labores para los marineros, sino también mostrar cómo las iglesias pueden colaborar en este esfuerzo global.