El programa LAB "Sal de tu tierra", impulsado por Jóvenes Madrid, ofrece formación y recursos a jóvenes de la Archidiócesis de Madrid para mejorar su labor pastoral en sus parroquias y movimientos.
Más de 50 jóvenes de la archidiócesis de Madrid participaron en el programa LAB "Sal de tu tierra" durante el curso 2024-2025. Esta iniciativa, promovida por Jóvenes Madrid, busca ofrecer un espacio para generar preguntas y descubrir nuevas formas de anunciar la Verdad con un espíritu de servicio. El programa responde a la necesidad de muchos jóvenes que coordinan actividades en sus parroquias sin contar con las herramientas necesarias para su labor pastoral.
El LAB se ha convertido en un punto de encuentro para jóvenes entre 18 y 35 años, conocidos como labbers. Estos se reúnen un sábado al mes para asistir a ponencias, participar en talleres y compartir espacios de diálogo. Además, visitan distintas realidades y participan en dinámicas que enriquecen su formación. La diócesis ha ofrecido formación, acompañamiento y recursos que los participantes pueden llevar a sus comunidades.
El nuevo curso del LAB está dirigido a jóvenes con responsabilidades en sus parroquias o movimientos. Los interesados deben inscribirse a través de la web del programa, previa recomendación de su párroco. Las plazas son limitadas y el proceso de selección es detallado. Joe Luis Cerutti, miembro del equipo, destaca el reto de seguir caminando junto al Señor para descubrir su voluntad para los jóvenes de Madrid.
En junio pasado, los participantes clausuraron el primer año del LAB. Joe Luis Cerutti calificó la experiencia como un "regalo de Dios" que superó las expectativas. Los jóvenes expresaron su gratitud y subrayaron la importancia de seguir escuchando lo que necesitan ellos mismos, la Iglesia y lo que Dios quiere regalarles. El LAB está diseñado como un itinerario formativo de dos años inspirado en el camino del discípulo misionero.
El próximo curso comenzará con un nuevo grupo de jóvenes, lo que permitirá al LAB contar con dos grupos simultáneamente. Durante el primer año, los participantes profundizan en su vocación personal y sentido de pertenencia a la Iglesia; en el segundo año, se centran en un curso común de pastoral juvenil complementado con módulos optativos.