El arzobispo de Madrid presidió la Eucaristía de inicio del curso en el Seminario Conciliar, donde exhortó a los futuros sacerdotes a adoptar una actitud de cercanía y compasión en su vocación.
El Cardenal José Cobo, arzobispo de Madrid, presidió la eucaristía de inauguración del curso académico en el Seminario Conciliar de Madrid. La ceremonia, celebrada en la capilla del seminario, reunió a seminaristas, formadores y miembros de la diócesis. Tras la misa, los asistentes compartieron una cena fraterna, continuando el diálogo con el cardenal.
En su homilía, el Cardenal Cobo subrayó la importancia de que los sacerdotes no vivan con un corazón de piedra, animando a los seminaristas a adoptar la mirada compasiva de Cristo. Destacó que la verdadera vocación se mide en la capacidad de estar cerca del sufrimiento de las personas, acompañándolas con gestos concretos de vida.
El arzobispo enfatizó que la Iglesia necesita testigos que se dejen tocar por la realidad, no funcionarios distantes. Insistió en que la vocación implica estar en las encrucijadas de las vidas de las personas, anunciando esperanza y caminando con aquellos que sufren, devolviéndoles la confianza en la presencia de Dios.
Por último, el cardenal animó a los seminaristas a formarse con humildad, recordando que su futuro ministerio se apoya en la compasión de Jesús, capaz de devolver la vida donde todo parecía perdido.