La Delegación de Pastoral Social del Trabajo de Salamanca ha manifestado su solidaridad tras el accidente laboral en Madrid, subrayando la importancia de condiciones laborales seguras y dignas para todos los trabajadores.
La Delegación de Pastoral Social del Trabajo de Salamanca ha expresado su solidaridad y oración por las víctimas del accidente laboral ocurrido en Madrid el 7 de octubre, en el que fallecieron cuatro trabajadores y varios resultaron heridos. Este trágico suceso ha llevado a la Iglesia de Salamanca a renovar su compromiso por un trabajo digno y seguro, subrayando la importancia de que la vida y la persona estén siempre en el centro de toda actividad laboral.
El accidente ha puesto de relieve la necesidad de garantizar condiciones laborales que aseguren la seguridad y la salud de los trabajadores. La precariedad y la siniestralidad laboral son problemas que no deben ser ignorados. En el contexto de la Jornada Mundial por el Trabajo Decente, el obispo de Salamanca, José Luis Retana, afirmó que el trabajo es un derecho, no un privilegio, y que la persona debe ser el centro de toda actividad laboral, en línea con la Doctrina Social de la Iglesia.
La Delegación de Pastoral Social del Trabajo ha enfatizado que la prevención de riesgos y la protección en el entorno laboral son exigencias éticas derivadas del respeto a la dignidad humana. Se ha hecho una llamada a prestar especial atención a quienes viven en situaciones de mayor vulnerabilidad. La Iglesia diocesana reafirma su compromiso con la promoción de un trabajo decente, justo y seguro, que contribuya al desarrollo integral de la persona y al bien común.