El cardenal Jean-Claude Hollerich ha manifestado que la Iglesia Católica define la moralidad sexual de manera demasiado restrictiva, sugiriendo la necesidad de una visión más inclusiva.
El cardenal Jean-Claude Hollerich, arzobispo de Luxemburgo y relator general del Sínodo sobre la Sinodalidad, ha expresado en una entrevista con el semanario austríaco Die Furche que "no definiría la moralidad —especialmente la moralidad sexual— de manera tan estrecha como lo hace la Iglesia hoy en día". A pesar de esta afirmación, subrayó que "la moralidad es esencial; no podemos prescindir de ella".
El cardenal, miembro de la Compañía de Jesús, enfatizó la necesidad de que la Iglesia amplíe su visión para dar cabida a todas las personas. Durante la entrevista, señaló que muchos católicos tienden a mirar hacia el pasado con nostalgia o con temor, lo cual consideró erróneo: "Somos parte de una historia; esto debemos aceptarlo y aprender de ello. Pero también debemos avanzar".
En el contexto de las discusiones del sínodo, Hollerich utilizó la imagen de una tienda que "necesita ser expandida para que todos puedan encontrar espacio dentro de ella". Recordó cómo el Papa Francisco insistió en la participación de los laicos en el sínodo junto a obispos, clérigos y religiosos, una decisión que fue controvertida y no del agrado de algunos obispos, pero que, según el cardenal, mejoró significativamente el ambiente general.
El cardenal también reflexionó sobre la transición del pontificado de Francisco al de León XIV, describiendo una "continuidad en sustancia, discontinuidad en forma" entre ambos. Poco antes de su fallecimiento en julio, Francisco autorizó desde su lecho hospitalario una extensión del proceso sinodal, aprobando planes para una asamblea eclesial en 2028, prolongando así el proceso por tres años y medio. León XIV ha confirmado dicha asamblea, aunque su alcance exacto aún no se ha definido.
Hollerich explicó que una asamblea eclesial difiere de un sínodo en que el derecho canónico determina quiénes pueden participar en un sínodo, mientras que las asambleas son más flexibles. Puso como ejemplo una asamblea latinoamericana con una representación del 20% de obispos, 20% de sacerdotes y diáconos, 20% de religiosos y 40% de laicos, calificándolo como "una buena mezcla".
Jean-Claude Hollerich, nacido en 1958, se unió a los jesuitas en 1981 y sirvió durante muchos años en Japón como profesor antes de ser nombrado arzobispo de Luxemburgo en 2011 por el Papa Benedicto XVI. Fue creado cardenal por el Papa Francisco en 2019, convirtiéndose en una figura significativa en la Iglesia global como relator general del Sínodo sobre la Sinodalidad.