El resurgimiento de la cristianofobia en Europa se manifiesta con más de 2.400 ataques contra cristianos, generando preocupación y debate en el continente.
El término "cristianofobia" ha recobrado protagonismo en el ámbito público europeo, impulsado por un aumento alarmante de incidentes dirigidos contra iglesias, símbolos religiosos y fieles. Aunque esta palabra evoca heridas históricas que Europa ha conocido, su resurgimiento plantea un nuevo reto para la presencia cristiana en la esfera pública. Este fenómeno suscita interrogantes sobre las causas que han reavivado estas tensiones latentes y si las campañas que denuncian la cristianofobia podrían estar motivando a muchos a redescubrir su fe y la Iglesia.
En un acto reciente, más de 1.000 personas se congregaron en la Place de la Nation de París para romper el silencio sobre la persecución a los cristianos. Esta marcha, la primera de su tipo en la capital francesa, fue organizada en respuesta al asesinato del refugiado cristiano iraquí **Ashur Sarnya**, cuya muerte fue grabada en video. Cristianos de diversas denominaciones participaron en la manifestación, portando cruces y ondeando banderas de Francia, Líbano, Irak y otros países.
El término "cristianofobia" no es nuevo, pero da nombre a realidades documentadas por estadísticas recientes. Según una respuesta escrita a una consulta de la Comisión Europea, en 2023 se registraron 2.444 incidentes de violencia contra cristianos en 35 países europeos, de los cuales 1.000 ocurrieron en Francia. El Observatorio de la Intolerancia y la Discriminación contra los Cristianos en Europa señala que los ataques incluyen profanaciones de iglesias y símbolos cristianos (62% de los casos), incendios provocados (10%), amenazas (8%) y actos directos de violencia (7%).
En el ámbito internacional, el término también ha sido reconocido. Las Naciones Unidas lo incluyeron en la Resolución 72/177, que pide a los Estados combatir acciones motivadas por la cristianofobia, junto con el antisemitismo y la islamofobia. En algunos contextos, se utilizan términos alternativos como discriminación anticristiana u odio a los cristianos para mitigar la carga psicológica de la palabra "fobia".
A pesar del aumento de tensiones y ataques, la Iglesia en Francia y en Europa está experimentando una notable renovación espiritual, especialmente entre los jóvenes. Las estadísticas reflejan un incremento significativo en el número de bautismos y confirmaciones, con muchos jóvenes adultos redescubriendo sus raíces cristianas. Durante la Pascua de 2025, 10.384 personas en Francia recibieron el sacramento del bautismo, junto con más de 7.400 adolescentes que recibieron la confirmación. De manera destacable, el 42% de estos nuevos bautismos fueron de jóvenes entre 18 y 25 años, lo que indica un renacer de la fe impulsado por la juventud.