El Obispo de Córdoba, Monseñor Jesús Fernández, ha expresado su más sincero agradecimiento a todas las instituciones y personas que han colaborado en la extinción del incendio que ayer afectó a la Mezquita-Catedral de Córdoba.
En un comunicado oficial, Monseñor Fernández destacó especialmente la rápida y eficaz intervención de los bomberos, a quienes calificó como “clave” para evitar que el incendio causara mayores daños. También extendió su agradecimiento a la Policía Nacional y Local, a Protección Civil y a los trabajadores de la Mezquita-Catedral por su pronta respuesta y la profesionalidad demostrada durante la emergencia.
El obispo también agradeció la intervención del Cabildo, resaltando la “rápida activación del plan de protección del templo” y mencionó con especial devoción a San Rafael, confiando en su intercesión para la pronta resolución del siniestro. El equipo técnico de la Diócesis procederá con una evaluación de los daños este sábado, la cual será dada a conocer por el Deán Presidente del Cabildo Catedral, Joaquín Alberto Nieva, en una rueda de prensa que contará también con la presencia del alcalde de Córdoba, José María Bellido, el Jefe de Bomberos, Daniel Muñoz, y otras autoridades locales y eclesiásticas.
El incendio, que se declaró alrededor de las 21:00 horas del 8 de agosto en la Capilla del Espíritu Santo, en la zona de Almanzor de la Mezquita-Catedral, fue rápidamente controlado por tres dotaciones de bomberos que acudieron al lugar. A pesar de que las labores de extinción se extendieron durante la noche, las autoridades locales y eclesiásticas coincidieron en señalar que el protocolo de seguridad funcionó adecuadamente, y aunque los daños aún están siendo evaluados, la situación no será “una catástrofe”.
Monseñor Demetrio Fernández, obispo Emérito de Córdoba, también transmitió un mensaje de tranquilidad a los cordobeses y al mundo entero, subrayando la eficiencia de los bomberos y el control del incendio, lo que permitió dar un “mensaje de serenidad y paz” tras la extinción del fuego. Por su parte, el alcalde Bellido también quiso transmitir un mensaje de calma, asegurando que los daños son menores de lo que inicialmente se temía.
La colaboración y la intervención eficaz de todos los implicados han sido clave para evitar una tragedia mayor en uno de los monumentos más emblemáticos de la ciudad.