En este texto se ofrece una aproximación histórica y documentada a los orígenes, la evolución y las percepciones públicas del Opus Dei en el contexto de la Iglesia Católica, coincidiendo con la cercanía de su primer centenario.
La aproximación del centenario de la fundación del Opus Dei, que se celebrará en 2028, coincide con la publicación de la primera investigación histórica de conjunto sobre esta institución de la Iglesia católica. El estudio, titulado “Opus Dei. Una historia”, ha sido elaborado por los historiadores José Luis González Gullón y John F. Coverdal y editado por Ares, con prefacio del también historiador Agostino Giovagnoli. La obra pretende ofrecer una visión documentada de la prelatura personal impulsada por San Josemaría Escrivá, una realidad que a menudo ha estado rodeada de percepciones de poder y misterio y que ha sido objeto de numerosos prejuicios.
El libro repasa la biografía de Josemaría Escrivá, nacido en 1902 en Barbastro, en Aragón, en el seno de una familia de pequeños empresarios. Según la investigación, su vocación surgió a finales de 1917, tras una fuerte nevada, cuando vio a unos carmelitas caminar descalzos sobre la nieve. Aquel episodio le impresionó profundamente y le llevó a preguntarse: “Si otros hacen tantos sacrificios por Dios y por el prójimo, ¿yo no seré capaz de ofrecerle algo?”. A partir de entonces decidió orientarse hacia el sacerdocio. La idea de fundar lo que más tarde sería el Opus Dei le llegó en 1928, durante un retiro espiritual en el convento de los lazaristas, en la periferia norte de Madrid.
La intuición de Escrivá, sin precedentes en el panorama eclesial de la época, consistía en crear una realidad en la que sus miembros se dedicaran plenamente a Dios sin constituir una congregación religiosa tradicional. Las actividades debían estar abiertas tanto a laicos como a sacerdotes. Los fines que el fundador formuló para la Obra eran: dar a Dios toda la gloria, buscar la propia santificación, colaborar en la Iglesia en la salvación de las almas y trabajar por el reino de Cristo en la sociedad. Desde el inicio decidió no integrar el Opus Dei en instituciones eclesiales ya existentes y optó por estructurarlo en dos secciones diferenciadas, una masculina y otra femenina.
La investigación subraya la importancia central de la formación dentro del Opus Dei. Escrivá insistía en que los miembros tuvieran un conocimiento sólido de las enseñanzas de la Iglesia, también para poder responder a las posiciones contrarias en los debates públicos. El Catecismo de la Iglesia Católica constituye la lectura principal, pero además se imparten cursos bienales de filosofía y teología dirigidos a los supernumerarios, con el objetivo de reforzar su formación doctrinal. Los supernumerarios y supernumerarias, fieles laicos, son el grupo más numeroso de la Obra. La atención a la formación llegó hasta el punto de que, en los años sesenta, el fundador dispuso que para leer libros de tendencia marxista fuera necesario solicitar permiso.
Escrivá se licenció en Derecho, una preparación que resultó útil cuando se abordó la configuración jurídica del Opus Dei. El fundador se mostró siempre escéptico respecto a la figura de los institutos seculares y defendió que la forma más adecuada para la Obra era el reconocimiento como prelatura. Sin embargo, sus planteamientos no encontraron gran acogida durante los pontificados de Juan XXIII y Pablo VI. A partir de 1967, este último dejó de recibirle, en un contexto en el que, según el estudio, habría influido el entonces sustituto de la Secretaría de Estado, monseñor Giovanni Benelli.
Tras la muerte de Escrivá en 1975, la actitud de la Curia romana hacia el Opus Dei cambió con la elección de Juan Pablo II. El interlocutor del nuevo Papa fue monseñor Álvaro del Portillo, sucesor del fundador al frente de la Obra. El 28 de noviembre de 1982, mediante la constitución apostólica “Ut sit”, san Juan Pablo II erigió el Opus Dei en prelatura personal, pese a la oposición de varios obispos diocesanos en cuyas jurisdicciones ya existían centros de la institución.
Según los datos recogidos en la investigación, el Opus Dei cuenta actualmente con unos 93.000 fieles y 175.000 cooperadores. Más de la mitad se encuentra en Europa y alrededor del 34% en América Latina. España es el país con mayor número de fieles. Los autores sostienen que la publicación de esta obra contribuye a clarificar la historia y el funcionamiento de una realidad eclesial que, a las puertas de su centenario, sigue suscitando interés y debate dentro y fuera de la Iglesia católica.
Fuente: La vera storia dell'Opus Dei - il Giornale — La verdadera historia del Opus Dei - il Giornale
