En este texto se analizan los últimos datos de la Memoria de Actividades de la Iglesia Católica en España, que muestran la evolución reciente de la práctica sacramental y apuntan a un cambio parcial de tendencia en algunos de sus indicadores.
La Memoria de Actividades de la Iglesia Católica 2024, elaborada por la Conferencia Episcopal Española (CEE) y presentada este jueves en Madrid, refleja un cambio parcial en la tendencia de descenso de la práctica sacramental en España. Desde 2007, cuando comenzaron a ofrecerse datos sistematizados, se observa una caída continuada en bodas, bautizos, primeras comuniones, confirmaciones y unción de enfermos. Sin embargo, en 2024 se ha registrado un aumento del 12,6% en los bautismos de personas mayores de 7 años respecto a la memoria anterior, lo que abre una brecha en esa dinámica general.
En concreto, en 2024 un total de 13.323 personas mayores de 7 años accedieron al bautismo, lo que supone casi el 10% del total de bautizados ese año. La Iglesia considera que a partir de esa edad el sacramento se pide de manera voluntaria, y en la práctica la mayoría de estos bautizados son adultos. Entre 2023 y 2024, los bautismos de mayores de 7 años pasaron de 11.835 a 13.323, un incremento del 12,57%. La CEE subraya que a partir de los siete años comienza la catequesis de primera comunión y que «cada vez es más frecuente que se acerquen a las parroquias niños que piden la comunión, pero no están bautizados», según han explicado a ABC fuentes de la Conferencia Episcopal.
Pese a este repunte en el bautismo de adultos, el conjunto de los sacramentos sigue en descenso. En 2024 se celebraron 146.370 bautizos, un 3,97% menos que en 2023, cuando fueron 152.426. La caída es más acusada si se compara con 2014, año en el que se registraron 240.282 bautizos en las parroquias españolas. La misma tendencia se observa en otros sacramentos de iniciación cristiana y de vida familiar.
El mayor retroceso se produce en los matrimonios canónicos. En 2024 se celebraron 31.462 bodas católicas, frente a las 33.500 de 2023, lo que supone un descenso del 6,08% en un solo año. En perspectiva de década, la caída es aún más pronunciada: en 2014 se contabilizaron 52.495 matrimonios católicos, más de 20.000 por encima de la cifra actual. Las primeras comuniones también disminuyen: pasan de 162.580 en 2023 a 154.677 en 2024, un 4,86% menos. En 2014 se habían registrado 244.252 primeras comuniones, casi 90.000 más que en la última memoria.
En cuanto a otros sacramentos, en 2024 se administraron 103.535 confirmaciones, un 3,38% menos que el año anterior, cuando fueron 107.153. Las unciones de enfermos se mantuvieron prácticamente estables, con un ligero descenso del 0,41%: de 26.120 en 2023 a 26.013 en 2024. La CEE interpreta este conjunto de datos en relación con la evolución demográfica y los cambios en las formas de convivencia en España.
La directora de la Oficina de Transparencia de la CEE, Esther Martín, atribuyó en rueda de prensa el descenso general de los sacramentos a «un movimiento natural de la población», así como al aumento del número de personas solteras. Recordó que «el INE actualizó la semana pasada sus datos. España gana 1,2 millones de solteros en los últimos tres años y solo 105.000 casados. Claro, al final esto también, como es lógico, se puede reflejar en los sacramentos que se reciben en nuestro país».
En paralelo a estos datos pastorales, la Iglesia Católica ha alcanzado en 2024 su récord histórico de financiación a través de la asignación tributaria en el IRPF, con 429,3 millones de euros. Esta cifra se enmarca en el contexto de transformación del perfil sociológico del catolicismo español, en el que desciende la práctica sacramental tradicional mientras crece el peso relativo de los bautismos de adultos y se mantiene un elevado nivel de apoyo económico mediante la casilla de la declaración de la renta.
