"Mundo Cristiano" cierra en 2025 y se convierte en una colección de libros

"Mundo Cristiano" cierra en 2025 y se convierte en una colección de libros

En este texto se repasa el legado de la revista Mundo Cristiano, su papel en la comunicación de la fe durante más de seis décadas y el nuevo rumbo que emprende tras el cierre de su edición en papel.

Fuente: Mundo Cristiano: un legado de fe y comunicación

La revista “Mundo Cristiano” cerrará su edición de noviembre de 2025 y pondrá fin a más de seis décadas de publicación, para transformarse en una colección de libros. Fundada en 1963 por el periodista Javier Ayesta y el sacerdote del Opus Dei Jesús Urteaga, llegó a ser la revista mensual en papel con más suscriptores de España, con 215.000 copias impresas, y se consolidó como un referente de la información religiosa en España e Iberoamérica. En su 60 aniversario recibió una felicitación de la Casa Real y una audiencia con el Papa Francisco en el Vaticano, un gesto que subrayó su vinculación con la Iglesia.

El último director de la revista, José María Navalpotro, que la ha dirigido entre 2018 y 2025, destaca que es “difícil de cuantificar” el impacto de “Mundo Cristiano”, pero recuerda “innumerables cartas y testimonios personales” que dan cuenta de su influencia. Entre ellos, el de un veterano suscriptor de México que afirmaba que la revista “era una manera de transmitir a las familias valores cristianos y humanos. Todo eso queda sembrado; han dejado una huella enorme en la sociedad española y en quienes recibían estas revistas”. También cita el mensaje de una periodista española en Roma que le escribió: “la semilla que habéis plantado ha tenido, tiene y tendrá su fruto, y que, como bien dijo el gran Bernanos, ‘todo lo que importa es que, valientes o cobardes, siempre estemos donde Dios nos quiere, y por el resto confiar en Dios’”.

Navalpotro considera que una de las principales aportaciones de “Mundo Cristiano” en su etapa fue ofrecer una mirada positiva y cristiana sobre el mundo, sin ocultar los problemas, pero evitando que las noticias negativas se impusieran. Señala que buscó ayudar a los lectores a ser más fieles al Papa y a la Iglesia, a disponer de argumentos para defender su fe y una antropología cristiana, y a mantener una mirada compasiva hacia los necesitados. Entre los recuerdos de su gestión menciona la celebración del 60 aniversario, con una cena solidaria y una peregrinación a Tierra Santa, que culminó con la audiencia con el Papa Francisco.

El director subraya también los reportajes “a contracorriente” que ofrecían una visión distinta sin entrar en polémicas, como las entrevistas a la embajadora de Hungría o al prior benedictino del Valle de los Caídos, así como la cobertura de las Jornadas Mundiales de la Juventud de Lisboa y Panamá. Considera un logro haber ampliado el número de colaboradores con nuevas firmas y destaca dos secciones concretas: la de juegos de mesa, orientada a la familia, y la recuperación del dibujo de Peter en la última página, muy demandado por los lectores.

Sobre la audiencia con el Papa en enero de 2024, Navalpotro explica que se produjo en un momento en que la figura de Francisco generaba controversia y que el objetivo era mostrar que “los católicos siempre tenemos que estar con el Santo Padre, más allá de los errores o fallos que pueda tener”. Recuerda aquel encuentro como “muy entrañable”, con bromas del Papa y la posibilidad de transmitirle el cariño de los lectores, y señala que fue la primera vez que la editorial fue recibida en audiencia personal por un pontífice.

Entre los principales desafíos de los últimos años, Navalpotro cita el esfuerzo por mantenerse fieles a la Iglesia en un contexto en el que, según indica, algunos medios con etiqueta católica han cuestionado la doctrina o se han dejado llevar por visiones catastrofistas. Añade que la revista funcionó con recursos muy limitados, con una redacción reducida al director y un diseñador a media jornada, y lamenta que no se haya aprovechado mejor la base de suscriptores y las posibles alianzas estratégicas. Aun así, afirma que lograron hacer una revista bien valorada por los lectores.

En cuanto al legado, define “Mundo Cristiano” como una de las publicaciones con más solera de España, con gran penetración social y un trabajo coherente con el mensaje de San Josemaría Escrivá, al estar dirigida a la familia y tratar temas de cultura, sociedad, internacional o deportes. Sobre el futuro de la prensa católica, sostiene que la mayoría de los medios escritos se sostienen por el apoyo de sus propietarios y reclama la figura de empresarios católicos dispuestos a invertir. Considera que los medios digitales tienen un papel esencial por su menor coste y su capacidad de llegar a muchos lugares, siempre que mantengan rigor y equilibrio.

Al dirigirse a lectores y colaboradores, Navalpotro recupera parte del editorial del último número, que no llegó a publicarse: “No es momento de lamentaciones estériles. Ni es propio del espíritu de la revista. Lo que cabe es echar una mirada agradecida al pasado. En primer lugar, a todos los cientos de miles de suscriptores y lectores que, desde hace más de sesenta años, han sido fieles a estas páginas, que siempre tuvieron como propósito formar, informar y entretener, ofrecer una mirada católica, y por tanto positiva, a lo que nos rodea, siguiendo el espíritu de San Josemaría, impulsor de esta publicación”. Y añadía: “La revista ‘quiere hablar de caridad, de justicia, de fe y de esperanza; de todo lo que preocupa al hombre de hoy cuando trata de vivir cara a Dios’, afirmaba D. Jesús Urteaga en su Carta en el primer número. Pienso que todos sus sucesores, unos con acierto, otros con mayor acierto todavía, han vivido este propósito”.

En el capítulo de agradecimientos, el director menciona a los suscriptores fieles desde el inicio, a quienes difundieron la revista con interés apostólico, a anunciantes como el CEU, Torreciudad, la cadena COPE o la fundación CARF, y de modo especial a quienes trabajaron en la publicación. Cita a Alicia Alonso, secretaria de Jesús Urteaga; a colaboradores y columnistas como Enrique Monasterio y el recordado Olaizola; y a compañeros de trabajo como Darío Chimeno, Javier Pérez León y Nicolás Sangrador. Destaca también a los últimos redactores, Paloma Alonso, Paula Martín, María Bolio, Almudena López y José María Carrera, a quien describe como uno de los profesionales que actualmente trabajan en Religión en Libertad.

Comentarios
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Braulio Ferrer
Ayer
La desaparición de "Mundo Cristiano" es un golpe para la comunicación de la fe en España. Esta revista era un nexo entre la Iglesia y la sociedad. ¿Cómo se mantendrá su legado en un mundo tan secular? Es hora de buscar nuevas formas de transmitir valores cristianos y abordar las necesidades actuales de las familias.
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