El Papa León XIV presidió una ceremonia en la Basílica de San Pablo Extramuros, recordando a los mártires contemporáneos y subrayando la persecución de cristianos en diversas regiones del mundo.
En la Basílica de San Pablo Extramuros, el Papa León XIV presidió la Conmemoración de los nuevos mártires y testigos de la fe del siglo XXI. Durante su homilía, el Pontífice destacó el aumento de la persecución de los cristianos en algunas partes del mundo. Subrayó que los mártires son símbolos de una "esperanza desarmada", que difunden el Evangelio sin recurrir a la violencia, sino abrazando la fuerza mansa del Evangelio.
El Papa León XIV recordó a figuras como la hermana Dorothy Stang, asesinada en Brasil, y al padre Ragheed Ganni, asesinado en Irak. Ambos son ejemplos de quienes han dado su vida por la fe, mostrando que "el amor es más fuerte que la muerte". El Pontífice también mencionó al Hermano Francisco Tofi, quien murió en las Islas Salomón por su compromiso con la paz.
En la celebración, se encendieron lámparas en memoria de los mártires, simbolizando que la luz de la fe nunca se apaga. El Papa León XIV reafirmó el compromiso de la Iglesia Católica de preservar la memoria de estos mártires, destacando la labor de la Comisión para los Nuevos Mártires en colaboración con el Dicasterio para la Promoción de la Unidad de los Cristianos.