El Papa León XIV ha destacado la importancia del 'sensus fidei', un 'sexto sentido' que poseen las personas sencillas para comprender las cosas de Dios, durante el Jubileo de los Catequistas en el Vaticano.
En una emotiva Audiencia celebrada en el marco del Jubileo de los Catequistas, el Papa León XIV ha defendido la existencia del 'sensus fidei', un 'sexto sentido' que permite a las personas sencillas captar las realidades divinas. Este concepto, que el Santo Padre ha calificado como la "infalibilidad del pueblo de Dios en la fe", se ejemplifica en un episodio histórico del siglo IV en Milán. Durante un tumultuoso proceso de elección episcopal, un niño exclamó: "¡Ambrosio, obispo!", lo que llevó al pueblo a unirse en esa petición. Ambrosio, que en ese momento era solo un catecúmeno, acabó convirtiéndose en uno de los más grandes obispos y doctores de la Iglesia.
En su discurso, León XIV ha subrayado que el Jubileo nos transforma en peregrinos de esperanza, resaltando la necesidad de una renovación espiritual que afecta tanto a la Iglesia como al mundo entero. "Intuir", ha explicado el Pontífice, es un movimiento del espíritu que se encuentra principalmente en las personas humildes. A menudo, las personas cultas no logran intuir porque creen saberlo todo. Sin embargo, aquellos que mantienen espacio en su mente y corazón permiten que Dios se revele a ellos, generando nuevas intuiciones en el pueblo de Dios.
El Papa Prevost ha enfatizado que Jesús se regocija al ver que los pequeños intuyen, ya que poseen el 'sensus fidei', un don que refleja la sencillez de Dios y su revelación a los humildes. Ha citado el Concilio Vaticano II y la Comisión Teológica Internacional para afirmar que la infalibilidad del pueblo de Dios en la fe es una expresión y servicio de la infalibilidad papal.
Recordando la elección de San Ambrosio, el Santo Padre ha destacado cómo este evento histórico demuestra la capacidad de intuición del pueblo y su papel en la renovación de la Iglesia. Ambrosio, inicialmente reticente, acabó aceptando su vocación, siendo bautizado y ordenado obispo, convirtiéndose en un cristiano ejemplar. León XIV ha instado a los fieles a seguir este ejemplo, convirtiéndose en cristianos en sus respectivas vocaciones y permitiendo que el pueblo, con su 'olfato', guíe y corrija el camino hacia Jesús.
El Papa ha concluido su catequesis expresando el deseo de que el Jubileo inspire a los fieles a hacerse pequeños según el Evangelio, para así intuir y servir los sueños de Dios, recordando que la intuición es una forma de esperanza que no debe olvidarse.