En su mensaje para la XL Jornada Mundial de la Juventud, el Papa León XIV exhorta a los jóvenes a no seguir a quienes utilizan la fe para dividir, instándolos a eliminar las desigualdades.
En el marco de la XL Jornada Mundial de la Juventud, el Papa León XIV ha dirigido un mensaje a las nuevas generaciones, denunciando las múltiples aflicciones que enfrentan, tales como guerras, violencia, separaciones familiares y migraciones. El Santo Padre subraya que el "fremito" de los jóvenes ante las injusticias no encontrará respuesta en el "scrolling infinito" del móvil, sino en el acto de salir de sí mismos y abrirse al mundo. Este mensaje fue publicado el 7 de octubre.
El Papa León XIV agradeció a los jóvenes que participaron en los eventos del Jubileo en Roma, describiéndolos como una oportunidad valiosa para renovar el entusiasmo de la fe y compartir la esperanza que arde en sus corazones. El Pontífice espera que estos encuentros no sean momentos aislados, sino pasos significativos hacia una vida cristiana más comprometida. El tema de la próxima Jornada Mundial de la Juventud, a celebrarse el 23 de noviembre, está inspirado en el Evangelio de Juan: "También vosotros daréis testimonio, porque habéis estado conmigo". Esta celebración se enmarca en el camino hacia la edición internacional de la GMG en Seúl en 2027.
El Papa León XIV insiste en que la auténtica amistad con el Señor es la base de la verdadera transformación interior y sensibilización social, y no una mera propaganda ideológica. Jesús, al pedirnos que demos testimonio, nos considera sus amigos, conociendo plenamente nuestros corazones y deseos de verdad, belleza, alegría y paz. Esta amistad única nos invita a una comunión con Dios, descubriendo nuestra dignidad y la de los demás.
El mensaje del Papa León XIV también recuerda la figura del apóstol Juan, quien se definía como "el discípulo a quien Jesús amaba", reflejando una relación personal y profunda. El Pontífice invita a los jóvenes a seguir a Cristo, a sentarse junto a Él y a compartir su vida, recordándoles que cada uno es un "discípulo amado".
El Papa León XIV también aborda los desafíos que enfrentan los jóvenes, desde la violencia y la migración hasta las presiones sociales y la falta de oportunidades. Les anima a ser "misioneros" de Cristo, caminando junto a sus coetáneos y reflejando la cercanía, compasión y ternura de Dios.
Finalmente, el Papa León XIV exhorta a los jóvenes a no seguir a quienes utilizan la fe para dividir, sino a organizarse para eliminar las desigualdades y reconciliar comunidades polarizadas. Les recuerda que, ante las adversidades del mundo, siempre pueden encontrar consuelo en el amor de Cristo y en la oración del Rosario, experimentando que nunca están solos.