El nuevo obispo de Málaga, José Antonio Satué, ha presidido su primera misa en honor a la Virgen de la Trinidad, destacando su deseo de "contagiarse de la devoción" de los fieles.
El pasado sábado, José Antonio Satué, obispo de la diócesis de Málaga, ofició una misa en la plaza de San Pablo con motivo del 25.º aniversario de la coronación canónica de la Virgen de la Trinidad. Esta celebración, que comenzó a las nueve de la mañana, evocaba la tradicional misa del alba del Sábado de Pasión y marcó la primera participación del nuevo prelado en un acto de una cofradía de Semana Santa desde su toma de posesión el 13 de septiembre. Durante la homilía, el obispo expresó su intención de "contagiarse de la devoción" de los presentes.
La ceremonia fue concelebrada por varios sacerdotes, entre ellos el párroco de San Pablo y director espiritual de la hermandad, José Manuel Llamas, y otros clérigos de la diócesis. La Virgen de la Trinidad, que presidió la misa, fue trasladada al salón de tronos de la corporación para su salida procesional vespertina. La imagen lució el encaje de punto de aguja y el manto de camarín que vistió en su coronación hace 25 años, así como una nueva saya conmemorativa bordada por Salvador Oliver.
La banda sinfónica Virgen de la Trinidad y el coro Ciudad de Antequera acompañaron musicalmente la ceremonia, interpretando la obra 'Misa Solemne de la Santísima Trinidad', compuesta por Cristóbal López Gándara. Durante su homilía, el obispo Satué destacó la devoción del barrio trinitario hacia su Virgen y animó a los fieles a vivir tres actitudes esenciales: confiar, acoger y amar. Subrayó la importancia de la oración y la confianza en Dios, así como la acogida de María como madre y ejemplo de amor verdadero.
El acto litúrgico concluyó con la interpretación de la marcha 'Gloriosa Trinidad', y la imagen de la Virgen fue trasladada a la casa hermandad por las calles de Málaga, acompañada por una capilla musical. El cortejo, que se adelantó 20 minutos respecto al horario previsto, fue recibido con aplausos y vivas por los fieles congregados.
