Andorra y el Vaticano retoman el diálogo para despenalizar el aborto mientras buscan una fórmula que respete la estructura estatal

Andorra y el Vaticano retoman el diálogo para despenalizar el aborto mientras buscan una fórmula que respete la estructura estatal

El Gobierno de Andorra y la Santa Sede han retomado las conversaciones sobre la despenalización del aborto, en un encuentro que subraya la complejidad jurídica y social del asunto.

El jefe de Gobierno de Andorra, Xavier Espot, junto al ministro de Relaciones Institucionales, Ladislau Baró, se desplazaron al Vaticano para continuar el diálogo con la Santa Sede sobre la despenalización del aborto. Según un comunicado emitido por el Gobierno de Andorra, ambos líderes, acompañados por el embajador de Andorra en la Santa Sede, Carles Àlvarez, se reunieron con el secretario de Estado del Vaticano, el cardenal Pietro Parolín, con el fin de avanzar en esta delicada cuestión.

Durante el encuentro, las delegaciones reafirmaron su compromiso de trabajar de manera constructiva para desarrollar una propuesta legislativa en los próximos meses. Ambas partes reconocieron la complejidad jurídica, institucional y social del tema, que requiere un enfoque técnico meticuloso. El comunicado subraya la intención compartida de encontrar una solución que respete tanto la estructura institucional de Andorra como los derechos de las mujeres.

En una reciente entrevista, Xavier Espot reveló que el Gobierno ya cuenta con un borrador preliminar de la ley, aunque es necesario seguir trabajando para lograr un texto que "satisfaga a todo el mundo". Espot aclaró que no buscan necesariamente la aprobación de la Santa Sede, pero sí evitar una "oposición frontal", lo cual sería considerado un logro por el ejecutivo andorrano.

Es importante recordar que la Constitución de Andorra, un Estado secular no confesional, establece una relación especial con la Iglesia, reconociendo al obispo de Urgell como uno de los dos jefes de Estado (copríncipes).

Comentarios
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Verónica Cuenca
4 horas hace
El intento de diálogo entre el Gobierno de Andorra y la Santa Sede para despenalizar el aborto refleja una confusión moral en nuestra sociedad. La vida humana es sagrada desde la concepción, y ceder a presiones para "satisfacer a todos" traiciona el Evangelio. Legislar sobre el aborto no es un compromiso, sino un ataque a la dignidad humana. La estabilidad institucional no puede basarse en la negación de los derechos fundamentales de los más inocentes.
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