La Compañía de Jesús suspende al ex responsable de Pastoral Penitenciaria de la CEE por una denuncia de abusos
La Compañía de Jesús ha apartado de todas sus funciones al sacerdote García Quintana, quien hasta hace pocos meses era responsable del Departamento de Pastoral Penitenciaria de la Conferencia Episcopal Española. El religioso ha sido suspendido tras constatarse la verosimilitud de una denuncia por presuntos abusos a un menor ocurridos en Alicante y Zaragoza durante la primera década de este siglo, según comunicó este martes la Provincia de España.
La orden precisó que tuvo conocimiento del caso en julio de 2025 a través de su canal interno de denuncias, y que en septiembre se obtuvo un testimonio considerado verosímil. Inmediatamente, la información fue remitida a la Fiscalía para que determine si los hechos están o no prescritos, al tiempo que se activaron las medidas cautelares previstas por la normativa eclesial.
De acuerdo con la Compañía, el sacerdote fue apartado de su cargo en la sede de la Conferencia Episcopal y de cualquier otra responsabilidad pastoral. Permanece actualmente en una comunidad jesuita, sin contacto con menores y bajo supervisión. La orden subraya que, aunque los hechos pudieran haber prescrito civilmente, «en el ámbito canónico los delitos de abusos no prescriben en los mismos términos», por lo que el proceso eclesiástico seguirá su curso.
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El comunicado recuerda que el propio García Quintana había sido designado en marzo de 2024 para sustituir a monseñor Florencio Roselló al frente de la Pastoral Penitenciaria, cargo dependiente de la Conferencia Episcopal Española. Su cese, ocurrido tras año y medio en el puesto, motivó la consulta periodística que llevó a la publicación del comunicado oficial de la Compañía.
Sin perjuicio de la presunción de inocencia, la orden afirmó estar «poniendo todos los medios a su alcance para esclarecer los hechos» y continúa «la recogida de testimonios que pudieran confirmar, aclarar o añadir información relevante». Además, reiteró su plena disposición a colaborar con las autoridades judiciales y eclesiásticas, y su voluntad de «escuchar, acoger y acompañar a quienes puedan haberse visto afectados».
El texto concluye expresando el «profundo dolor» de la Compañía de Jesús ante casos como este y reafirma su compromiso con la creación de entornos seguros mediante programas de prevención, formación y detección de abusos, con el propósito —dice— de «responder con justicia y con verdad».
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