La obra de Laurence Debray explora medio siglo de relaciones entre la monarquía española y el Papado, desde Pablo VI hasta Benedicto XVI, destacando la sintonía personal entre la reina Sofía y Juan Pablo II.
La relación entre la Corona y la Santa Sede ocupa un lugar propio en el libro de Laurence Debray. La autora traza una línea de continuidad desde los primeros contactos oficiales del reinado hasta los años de Benedicto XVI, con un foco particular en la sintonía personal que la reina Sofía mantuvo con Juan Pablo II. Juan Carlos de España sitúa el primer tramo en el contexto de la normalización de España tras la dictadura. Debray señala audiencias y encuentros que simbolizan un modo de entender el vínculo con la Iglesia: respeto institucional, reconocimiento de la autoridad moral del Papa y una espiritualidad vivida más en gestos que en declaraciones.
En ese recorrido, el libro destaca la afinidad espiritual entre Sofía y Juan Pablo II, visible en coincidencias de sensibilidad y en momentos compartidos de oración, descritos por la autora con un tono sobrio. Con Benedicto XVI, la pauta, según Debray, es la continuidad: presencia de la Corona en celebraciones significativas y una relación que no busca protagonismo, sino sostener el papel de la Iglesia como referente cultural y espiritual.
Debray evita convertir esa narrativa en crónica política; su interés es mostrar cómo una biografía —la de los Reyes— se entrelaza con la historia eclesial reciente sin confundir planos: lo espiritual, lo institucional y lo familiar. El resultado es un arco de medio siglo en el que la monarquía española aparece como puente de diálogo y reconocimiento con el Papado, línea que el libro dibuja con datos y escenas escogidas.
