Las Hermanas Hospitalarias de Jesús Nazareno Franciscanas en Burgos ofrecen alojamiento a padres de bebés en la UCI pediátrica, brindando apoyo emocional y logístico cerca del Hospital Universitario de Burgos.
Tres pisos de las Hermanas Hospitalarias de Jesús Nazareno Franciscanas ofrecen un refugio a los padres cuyos bebés están ingresados en la UCI pediátrica del Hospital Universitario de Burgos. Este programa solidario, iniciado en diciembre, ha brindado apoyo a 28 familias, proporcionando no solo un lugar para descansar, sino también un espacio emocional cercano al hospital.
Marta, madre de Alan, relata la angustia de ver a su hijo rodeado de cables y tubos tras un traslado urgente desde Logroño. En medio de la incertidumbre, encontró alivio en un apartamento gestionado por la Pastoral de la Salud y las Hermanas Hospitalarias. Este lugar le permite estar cerca de su hijo, cocinar, descansar y sentirse, por momentos, en casa.
Pablo Bartolomé, capellán del hospital y coordinador del proyecto, explica que la iniciativa cuenta con el respaldo de la capellanía, trabajadoras sociales y voluntarios. Se ofrece apoyo espiritual y humano sin imposiciones, y se ha habilitado un número de Bizum para facilitar las donaciones. Los padres de Alan, aunque sin diagnóstico definitivo, encuentran en este espacio un lugar para respirar y esperar, sostenidos por la solidaridad y la fe.