El obispo subterráneo chino, Julius Jia Zhiguo, fallece a los 91 años tras décadas de opresión.
El pasado 29 de octubre, el obispo Julius Jia Zhiguo de Zhengding, destacado líder de la Iglesia Católica subterránea en China, falleció a los 91 años debido a una enfermedad relacionada con la edad. Su firme lealtad al Vaticano le llevó a pasar numerosos años en prisión, siendo un símbolo de resistencia frente a la presión gubernamental para unirse a la Asociación Patriótica Católica China (APCC), controlada por el Estado. Su funeral se celebrará el 31 de octubre en Jinzhou, según informaron fuentes eclesiásticas a UCA News.
Nacido en la aldea de Wuqiu, Jinzhou, Julius Jia Zhiguo fue encarcelado por primera vez en 1963, pasando aproximadamente 15 años tras las rejas por negarse a renunciar a su lealtad al Papa. Fue ordenado sacerdote en 1980 y consagrado clandestinamente como obispo de Zhengding un año después por el obispo Joseph Fan Xueyan de Baoding. A lo largo de su ministerio, resistió las presiones para unirse a la APCC, lo que resultó en múltiples arrestos y vigilancia constante, incluyendo más de diez detenciones, cuatro de ellas entre 2004 y 2020.
Según relatos de la Iglesia, fue torturado en prisión; las autoridades supuestamente inundaron su celda con agua, provocándole espolones óseos dolorosos que le afectaron de por vida. La serie más reciente de arrestos comenzó en 2004, cuando desapareció tras ser detenido en la provincia de Hebei, lo que suscitó preocupación internacional. Fue liberado una semana después, tras la intervención de la Fundación Cardenal Kung con sede en Connecticut. Fue detenido nuevamente en 2008, 2009 y, más recientemente, en agosto de 2020, pocos días antes de la Fiesta de la Asunción.
Además, fundó un orfanato en Hebei para niños abandonados, el cual fue demolido por las autoridades en 2020 debido a la falta de aprobación gubernamental. La diócesis de Zhengding, situada en la región de Hebei, al norte de China, alberga a aproximadamente 1,5 millones de católicos, siendo una de las mayores concentraciones de creyentes en el país. La diócesis sigue formando parte de la "Iglesia subterránea", que continúa operando sin reconocimiento oficial a pesar del acuerdo provisional de 2018 entre China y el Vaticano sobre el nombramiento de obispos.
