La tradicional procesión de la Virgen de la Inmaculada Concepción del Templo de San Francisco volvió a recorrer el centro de la Ciudad de Guatemala, en una jornada marcada por la devoción y un imprevisto daño en el anda procesional.
El cortejo procesional de la Virgen de la Inmaculada Concepción del Templo de San Francisco recorre este lunes, 8 de diciembre, el centro de la Ciudad de Guatemala, acompañado por decenas de fieles que buscan expresar agradecimiento y presentar peticiones marcadas por la fe. El anda fue levantada en hombros en horas de la tarde para prepararse para su salida, que se dio poco después de las 14:00 horas desde la iglesia ubicada en la 6ª avenida y 13 calle de la zona 1 capitalina, punto tradicional de inicio de este recorrido.
El fray Enoc Zeledón indicó que esta procesión representa una muestra de amor de María Santísima para todo el pueblo de Guatemala y consiste en una gran expresión de veneración, en la que la participación de los devotos se manifiesta a lo largo de todo el trayecto. Explicó que la Virgen lleva cuatro alegorías: histórica, tradicional, del tiempo y de la devoción, y que en el marco de estas se manifiesta lo que se busca transmitir a través del adorno procesional, que es mostrar a María, a través de la historia de la comunidad y de la iglesia, presente en todos los tiempos desde los primeros años de la evangelización en América Central. “Siempre hay muchísima devoción a la Santísima Virgen y eso es un privilegio el poder tener una imagen tan especial y hermosa, como lo es la Inmaculada Concepción. Hay una devoción muy arraigada en el pueblo de Guatemala, muy mariano y, por tanto, en el camino evangelizador hacia los pies de Jesús, que es el principal de los objetivos. Hay mucha alegría”, dijo el entrevistado al referirse al significado espiritual de esta manifestación.
Durante el recorrido se detectó que la parte interna del anda presentó cierto daño y quebraduras, lo que pausó por algunos minutos el avance del cortejo, mientras se evaluaba la mejor forma de resguardar la imagen y continuar con la actividad. Los fieles apoyaron en el traslado de la imagen a otra estructura de menor tamaño para continuar con el paso por las diferentes calles y avenidas, en un ambiente de colaboración y respeto hacia la Virgen y la tradición que representa. Este proceso se realizó en medio de cantos y aplausos de los presentes, que acompañaron cada momento del cambio de anda, sin que se perdiera el sentido de recogimiento y celebración propio de la jornada. “El anda ha sufrido un percance y fue trasladado a una pequeña, pero nos recuerda cómo salía hace 200 años. Así salía, como va ahorita, era un anda de plata”, dijo al respecto el cronista guatemalteco Miguel Álvarez Arévalo, aludiendo a la historia de esta manifestación religiosa.
El historiador explicó que el rezado de la Virgen de Concepción de San Francisco es una de las actividades religiosas más antiguas de Guatemala, pues se inició el 8 de diciembre de 1617, por lo que son más de 400 años en los que la Inmaculada ha sido llevada en hombros en esta temporada, antes en Antigua Guatemala y ahora en la capital, luego del traslado de la ciudad. “Durante el siglo XIX, esta imagen tan antigua, que llegó desde España, ha sabido aglutinar a sus fieles y devotos, que se han congregado y han hecho que el rezado de San Francisco, como Patrimonio Cultural de la Nación, sea un referente para las tradiciones”, puntualizó el cronista, destacando la relevancia histórica y cultural de esta procesión para el país.
