El arzobispo Georg Gänswein detalla en una entrevista exclusiva su compleja relación con Benedicto XVI, Francisco y el actual pontífice, así como el origen de las homilías inéditas del Papa emérito y su nueva misión diplomática en las repúblicas bálticas.
En una entrevista exclusiva concedida al diario italiano Il Tempo, el arzobispo Georg Gänswein, hoy nuncio apostólico en las Repúblicas Bálticas, reconstruye los acontecimientos posteriores a la muerte de Benedicto XVI, aclara su relación con el Papa Francisco, relata el origen de las homilías inéditas del Papa emérito recientemente publicadas y ofrece sus primeras impresiones sobre el pontificado de León XIV.
Gänswein explica que, durante años, en el Monasterio Mater Ecclesiae, se grabaron sin autorización las homilías dominicales de Benedicto XVI para evitar que se perdieran. “Queríamos que esas maravillosas homilías, esos conmovedores sermones de Benedicto XVI, no se perdieran y, durante años, cada domingo, los grabábamos. Benedicto XVI nunca lo supo”, afirma el prelado, aludiendo a las grabaciones realizadas durante las misas celebradas en la capilla del monasterio.
A lo largo de la conversación, Gänswein matiza unas declaraciones recientes en las que se había hablado de una supuesta “reconciliación” formal con el Papa Francisco antes de la muerte de este. “Reconciliación es quizá un término exagerado”, puntualiza ahora, rebajando el alcance de aquella expresión. El arzobispo recuerda que, inmediatamente después del funeral de Benedicto XVI, el Papa Francisco ordenó su regreso a la Diócesis de Friburgo sin asignarle ningún cargo, una decisión que él mismo califica de “inusualmente dura” para el secretario de un Papa recién fallecido, y que dio inicio a una etapa de inactividad institucional que se prolongó durante meses.
Solo un año más tarde, el 31 de diciembre de 2023, con ocasión de una visita a Roma para celebrar misas de sufragio por Benedicto XVI, Gänswein solicitó una audiencia con el Papa reinante. En ese encuentro, relata, expresó abiertamente su malestar por la inactividad forzada, tras lo cual recibió el nombramiento como nuncio apostólico, poniendo fin a la situación de bloqueo. El prelado describe su nueva misión diplomática como un encargo asumido “con alegría y espíritu de servicio”, a pesar de no haber pasado por la formación específica de la Pontificia Academia Eclesiástica. Actualmente reside en Vilna, en Lituania, que define como “el país con el mayor porcentaje de católicos entre las tres repúblicas bálticas encomendadas a la nunciatura”. Según Gänswein, en la región se percibe un clima de “preocupación palpable” entre la población local a causa de la guerra en Ucrania y de las tensiones con Rusia, un contexto que marca también su labor como representante diplomático de la Santa Sede.
En cuanto a la publicación de las homilías de Benedicto XVI bajo el título Dios es la verdadera realidad, Gänswein detalla que entre 2013 y 2018 el Papa emérito siguió predicando cada domingo en el Monasterio Mater Ecclesiae, a menudo en un contexto privado. Las homilías fueron grabadas en secreto por él mismo y por las cuatro miembros de las Memores Domini que asistían a Ratzinger, luego transcritas y conservadas. Solo más tarde, con la implicación del padre Federico Lombardi y de la Fundación Ratzinger, se decidió su publicación, dando lugar a un complejo proyecto editorial en varios volúmenes. La entrevista aborda también el carácter “profético” del pensamiento de Joseph Ratzinger, evocando textos y conferencias anteriores a su pontificado, así como su relación con la música sacra y la liturgia. Gänswein revela además que Benedicto XVI quiso que el primer volumen de su Opera Omnia se dedicara a la liturgia, considerada por él como el núcleo de su magisterio. “En lo que respecta a la música sacra, el Papa Benedicto la consideraba la forma y expresión más adecuada, noble y solemne para explicar y celebrar los misterios de la fe. Se preocupaba por la música sacra del mismo modo que consideraba fundamental una cierta sacralidad de la liturgia como signo de amor y respeto hacia Dios”, señala Gänswein, subrayando la importancia que el Papa emérito concedía al culto divino. Gänswein confirma igualmente que ha recibido testimonios de gracias y curaciones atribuidas a la intercesión de Benedicto XVI, aunque precisa que, por el momento, no se ha abierto ninguna causa de beatificación, en respeto de los plazos canónicos establecidos para estos procesos.
En la parte final de la entrevista, el arzobispo ofrece su valoración personal del Papa León XIV, destacando la “serenidad y paz” percibidas desde la primera aparición pública del nuevo pontífice y la renovada centralidad de Cristo en sus homilías. “Tuve una impresión visual y acústica diferente de lo que habíamos estado acostumbrados en los últimos 12 años. Ambas impresiones fueron muy positivas, obviamente”, declara al periodista italiano. “Quedó claro de inmediato que algo había cambiado realmente”.
Gänswein recuerda que fue secretario personal del cardenal Joseph Ratzinger desde 2003, acompañándole después como Papa Benedicto XVI entre 2005 y 2013. Tras la renuncia al ministerio petrino, permaneció a su lado en el Monasterio Mater Ecclesiae, compartiendo con él los años de retiro hasta la muerte del Papa emérito el 31 de diciembre de 2022. La relación entre Gänswein y el Papa Francisco atravesó fases complejas, que salieron a la luz con especial claridad tras el fallecimiento de Benedicto XVI. El 1 de julio de 2023, por decisión del Papa Francisco, el arzobispo regresó a su diócesis de origen, Friburgo de Brisgovia, sin recibir ningún encargo oficial, lo que marcó un periodo de inactividad institucional de aproximadamente un año.
El primer encuentro oficial entre Gänswein y el Papa Francisco tras su regreso a Alemania tuvo lugar el 3 de enero de 2024 en el Vaticano. La etapa de incertidumbre concluyó el 24 de junio de 2024, cuando el Papa Francisco le nombró nuncio apostólico en las Repúblicas Bálticas, confiándole la representación diplomática de la Santa Sede en Lituania, Letonia y Estonia. El arzobispo fue recibido en audiencia oficial por el Papa León XIV el 12 de diciembre, en su condición de nuncio apostólico, en el que fue su primer encuentro formal con el nuevo pontífice y el inicio de una nueva etapa de servicio a la Santa Sede bajo el actual pontificado del Santo Padre.
