Por las palabras que se leen en la carta de despedida de monseñor Abilio Martínez de los fieles de la diócesis de Osma-Soria, se entiende que la noticia de su traslado no era esperada.
Y es que en estos últimos meses quien sonaba para ir a Ciudad Real era el obispo de Barbastro, Ángel Pérez Pueyo quien según dejó caer Religión Confidencial hace unos días, se habría negado a aceptar dicha encomienda.
El nuevo obispo de la diócesis de Ciudad Real se ha dirigido "lleno de sentimientos encontrados" a los que han sido sus feligreses desde 2017 hasta ahora. Abilio Martínez confiesa que recibe esta nueva encomienda "con espíritu de obediencia y disponibilidad, consciente de que el Señor nos conduce por caminos que a veces no esperábamos, pero que siempre están enmarcados en su providencia amorosa".
No obstante, el obispo Abilio reconoce que "no puedo evitar sentir una verdadera y profunda emoción al tener que despedirme de esta querida diócesis de Osma-Soria que ha sido mi hogar-y también el de mis padres- durante estos últimos años".
"Aquí he aprendido a ser pastor junto a vosotros, compartiendo alegrías y sufrimientos, retos y esperanzas. He sido testigo del compromiso de nuestros sacerdotes, de la entrega generosa de los consagrados y consagradas, y de la fe viva del pueblo de Dios que camina en estas tierras sorianas", escribe el obispo en su carta de despedida.
De Soria se marchará a Ciudad Real y afirma que se lleva "muchos nombres propios en el corazón que no podré olvidar jamás, porque formáis parte de estos ocho años de mi vida".
Monseñor Abilio Martínez también ha dirigido una carta a la comunidad que le tocará pastorear de ahora en adelante. A los fieles de Ciudad Real les confiesa que acoje esta nueva misión "con respeto, humildad y alegría, confiando plenamente en la gracia del Señor y en vuestra oración fraterna".
"Mi corazón permanece aún lleno de emociones por la despedida de la diócesis de Osma-Soria, a la que he amado y servido durante los últimos ocho años. Hoy lo abro de par en par para acogeros como mi nueva familia en la fe. Llego a vosotros con el deseo de escucharnos, conocernos y caminar juntos, unidos en Cristo, al servicio del Evangelio", escribe monseñor Abilio Martínez.
El nuevo obispo de Ciudad Real reconoce que sabe que se incorporo a "una Iglesia viva, rica en historia, a una comunidad que ha sabido mantenerse fiel y comprometida en la vivencia de la fe". Por último, ha agradecido profundamente la labor realizada "por tantos obispos que han edificado esta Iglesia diocesana antes que un servidor, en especial a Gerardo Melgar por su entrega generosa al frente de esta diócesis durante los últimos años".
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