La Delegación Episcopal para el Clero ha celebrado un encuentro en Ávila, reuniendo a sacerdotes jóvenes para fomentar la fraternidad y la reflexión espiritual, con actividades de meditación, oración y formación.
La Delegación Episcopal para el Clero organizó la primera convivencia de sacerdotes jóvenes de la Diócesis en la Casa de Espiritualidad San Juan de Ávila, del 8 al 10 de octubre. Durante estos días, los presbíteros compartieron momentos de descanso, fraternidad y oración. El sacerdote José Navarrete guió una meditación que invitó a los participantes a profundizar en su vocación desde las claves de sentirse llamados, amados y enviados. La convivencia concluyó con la exposición del Santísimo y la Eucaristía, presidida por el obispo Sebastián Chico Martínez, quien destacó la importancia de la vida de oración y el cuidado espiritual.
El jueves por la tarde, los sacerdotes visitaron Cazorla, donde disfrutaron de un paseo junto al río Cerezuelo y visitaron las ruinas de Santa María. Ante el Cristo del Consuelo, patrón de la localidad, se llevó a cabo un tiempo de oración y testimonio, con la intervención del sacerdote José Antonio Escobar. La jornada finalizó con una cena fraterna.
El viernes se dedicó a la reflexión sobre la salud afectiva y psicológica del sacerdote, con una ponencia de Miguel Ruiz Prada, presbítero y psicólogo, quien ofreció claves para prevenir el agotamiento y fortalecer la entrega a Dios y al pueblo. Entre los asistentes se encontraban sacerdotes extranjeros y diáconos que serán ordenados próximamente.