El Cardenal José Cobo celebró una Eucaristía en la Catedral de la Almudena, destacando el carisma y dedicación de las Hermanas Hospitalarias en su Jubileo, con la presencia de fieles y autoridades.
La catedral de la Almudena fue el escenario del Jubileo de las Hermanas Hospitalarias, celebrado el pasado 14 de octubre. La Eucaristía fue presidida por el cardenal José Cobo, arzobispo de Madrid, quien agradeció el carisma de las hermanas y su dedicación al cuidado y acogida. En su homilía, el Cardenal Cobo subrayó la importancia de no dejar de ofrecer lo que se lleva en el corazón, destacando que el mundo necesita de su cuidado, ternura y hospitalidad.
El evento reunió a miembros de la familia hospitalaria, usuarios, residentes, fieles y autoridades, centrando la jornada en la acción de gracias y la renovación del compromiso con el carisma fundacional de la congregación. Alejandro Florit, director de Identidad de la Fundación Hospitalarias, recordó a los fundadores y su respuesta a la vulnerabilidad, especialmente hacia quienes sufren psíquicamente, reconociendo en ellos el rostro de Cristo, como menciona el Papa León XIV en Dilexi te.
Durante la Eucaristía, el cardenal Cobo alentó a los presentes a caminar juntos desde la debilidad, reconociendo la humanidad compartida. Enfatizó que el camino de Jesús es un camino del corazón, que enseña a caminar con otros, incluso en las diferencias. Además, compartió la experiencia de un joven en el Aita Menni de Mondragón, cuya vida cambió al descubrir la grandeza al entrar por la puerta de Jesús.
El cardenal Cobo también destacó que el jubileo es una oportunidad para recibir la indulgencia divina y avanzar con alegría. Agradeció a las Hermanas Hospitalarias por su carisma de sanar desde el corazón, con ternura y hospitalidad, animándolas a permanecer arraigadas en el Evangelio, que da sentido trascendental a su labor. Al finalizar la Eucaristía, varios enfermos y residentes entregaron al cardenal regalos, incluyendo una pañoleta conmemorativa del Jubileo.