La Fiscalía de Roma ha imputado al sacerdote y periodista español de 81 años Antonio Pelayo por un presunto delito de agresión sexual contra un colega de prensa italiano de 40 años, al que habría intentado acercarse durante el reciente cónclave en el que fue elegido el Papa León XIV. La denuncia se presentó tras un encuentro en el domicilio del sacerdote, quien posteriormente pidió disculpas por mensaje de texto. La investigación preliminar ha sido archivada y remitida al tribunal competente.
Según la información publicada por el periódico italiano Corriere della Sera, los hechos se produjeron entre abril y mayo de 2025, durante el periodo que siguió al fallecimiento del Papa Francisco. Ambos periodistas, acreditados ante la Santa Sede, habían entablado una relación de amistad profesional durante los días previos al cónclave. El primer encuentro en la vivienda de Pelayo transcurrió sin incidentes, según el testimonio del denunciante.
El segundo encuentro, ocurrido el 23 de mayo, se desarrolló de manera distinta. De acuerdo con la denuncia, el sacerdote habría ofrecido una copa a su invitado y, ante la negativa de este, habría intentado un acercamiento físico no consentido. El periodista abandonó el lugar y, días después, presentó una denuncia formal. La fiscalía consideró su relato verosímil y verificó los hechos antes de cerrar la investigación.
Los documentos judiciales recogen que el sacerdote envió posteriormente mensajes de disculpa al denunciante. Este último, según la fiscalía, decidió abandonar Roma por temor a un nuevo encuentro. Tras la investigación, la fiscalía romana ha formulado cargos por agresión sexual contra el religioso.
Antonio Pelayo, nacido en Valladolid en 1944, fue ordenado sacerdote en Madrid en 1968 y se graduó en Periodismo dos años más tarde. Ha desarrollado su labor como corresponsal en el Vaticano para medios españoles como el diario Ya, Vida Nueva, Antena 3 y COPE. A lo largo de más de tres décadas, ha acompañado a los pontífices San Juan Pablo II, Benedicto XVI y Francisco en numerosos viajes apostólicos, siendo uno de los periodistas españoles con mayor trayectoria en la Santa Sede.
El sacerdote mantiene un estrecho vínculo con su ciudad natal. Ha sido pregonero de la Semana Santa vallisoletana y predicador del Sermón de las Siete Palabras en la Plaza Mayor, donde expresó en repetidas ocasiones su afecto por Valladolid y su compromiso con la tradición religiosa castellana.
Lo que revela es una irresponsabilidad atroz en publicar algo sin pruebas. Estáis hundiendo a una persona. Hay que andarse con pies de plomo en este tipo de acusaciones. Más vale perder una "exclusiva" que hundir a una persona con una trayectoria sobresaliente en lo humano y en lo profesional.
Es una imprudencia gravísima