El 26 de abril, una multitud de fieles se reunió en la Plaza de Mayo, Buenos Aires, para despedir al Papa Francisco mediante una misa solemne. Este evento, presidido por el arzobispo de Buenos Aires, destacó el legado del Papa y su conexión especial con Argentina, su país natal.
La ceremonia congregó a ciudadanos de diversas partes de la capital argentina, quienes expresaron su cariño y agradecimiento hacia el Santo Padre con pancartas y cánticos que decían: «Gracias, te queremos». Este acto no solo sirvió como despedida, sino también como una celebración de la figura y el trabajo pastoral del Papa Francisco, reafirmando el fuerte vínculo entre él y su tierra natal.
El evento fue un emotivo gesto que reflejó la profunda conexión entre el Papa y su país de origen, un lazo que ha sido constante a lo largo de su pontificado. Durante la misa, el arzobispo de Buenos Aires enfatizó la importancia del legado del Papa para la Iglesia y para el pueblo argentino, destacando su compromiso con los valores del Evangelio.
La misa concluyó con una oración especial por el Santo Padre, pidiendo por su salud y fortaleza en su misión al frente de la Iglesia. Este encuentro en la Plaza de Mayo sirvió para reafirmar el cariño y la admiración que el pueblo argentino siente por su compatriota y líder espiritual.
Escribir un comentario