El Papa León XIV ha adoptado la costumbre de pasar los martes en la residencia papal de verano en Castel Gandolfo, marcando un cambio en el ritmo de trabajo habitual en el Vaticano.
El Papa León XIV ha establecido un patrón de trabajo más relajado los martes al trasladarse a Castel Gandolfo, la residencia papal de verano. Esta decisión implica que el Santo Padre no programa reuniones ni audiencias en el Vaticano durante esos días, prefiriendo disfrutar de la tranquilidad de la residencia y regresar a Roma por la noche.
Este cambio contrasta notablemente con el enfoque de su predecesor, el Papa Francisco, quien no utilizaba Castel Gandolfo para vacaciones de verano. La renovada presencia del Papa León XIV en la localidad ha supuesto un impulso necesario para la economía local, que depende en gran medida del turismo asociado a la residencia papal.