Muere a los 76 años el obispo emérito de Tenerife, Bernardo Álvarez
El obispo emérito de Tenerife, Bernardo Álvarez, ha fallecido a los 76 años apenas un año después de renunciar al gobierno de la diócesis por motivos de salud.
El obispo emérito de Tenerife, Bernardo Álvarez, falleció este martes 25 de noviembre a los 14:00 horas. La noticia fue comunicada durante el pleno del Parlamento de Canarias por la presidenta de la Cámara regional, Astrid Pérez, y confirmada posteriormente por el Obispado de Tenerife.
Bernardo Álvarez fue nombrado obispo en septiembre de 2005 y renunció al gobierno pastoral hace un año debido a problemas de salud. Su sucesor, Eloy Alberto Santiago, se encontraba junto al obispo emérito en el momento del fallecimiento, acompañado también por otros responsables diocesanos y la hermana del prelado. Tras el suceso, Eloy Santiago reconoció que la muerte de su antecesor «deja en nosotros un gran vacío», aunque subrayó la «esperanza cristiana, que confía en la victoria de Cristo» sobre la muerte. «La tristeza de este momento por la pérdida de nuestro querido Bernardo se ve confortada por la esperanza que nos da el Espíritu Santo».
Ayúdanos a mantener vivo este proyecto: DONAEl prelado destacó asimismo el amor «a este pueblo» que caracterizó a Bernardo Álvarez, a quien definió como un pastor que «sirvió con entrega y dedicación». Añadió que, aunque «a veces quizá no tan acertado», siempre actuó con «el deseo de servir al pueblo de Dios y trabajar por la evangelización». Por su parte, el Cabildo de La Gomera expresó su profundo pesar por el fallecimiento del obispo emérito y se sumó a las condolencias hacia quien dirigió la Diócesis Nivariense durante diecinueve años.
Nacido en Breña Alta, en la isla de La Palma, Bernardo Álvarez recibió la ordenación sacerdotal el 16 de julio de 1976, conferida por el obispo Luis Franco Cascón. Ejerció como párroco en cuatro destinos distintos durante once años y desempeñó diversas responsabilidades diocesanas antes de ser nombrado vicario general en mayo de 1999.
El Papa Benedicto XVI lo designó obispo de Tenerife el 29 de junio de 2005. Recibió la ordenación episcopal el 4 de septiembre siguiente en la iglesia de Nuestra Señora de la Concepción, entonces sede catedralicia, y ese mismo día tomó posesión canónica de la diócesis de San Cristóbal de La Laguna. El 16 de septiembre de 2024, el Papa Francisco aceptó su renuncia tras cumplir los setenta y cinco años, pasando desde entonces a ser obispo emérito.
A lo largo del episcopado, Álvarez, en comunión con esta Iglesia insular cuádruple, impulsó varios Planes Diocesanos de Pastoral. Participó activamente en distintas bajadas marianas, inauguró y bendijo numerosos templos nuevos o restaurados y mostró constante preocupación por la formación cristiana mediante jornadas dedicadas a la Misión, al clero o a la Nueva Evangelización.
