Ángel Pérez Pueyo presidió la Eucaristía en el monasterio de Obarra durante la solemnidad de la Asunción, destacando la importancia de la alegría, la fe y el cuidado de los demás en la vida cristiana.
El obispo de Barbastro-Monzón, Ángel Pérez Pueyo, presidió la eucaristía en el monasterio de Obarra durante la solemnidad de la Asunción de la Virgen María. En compañía de mosén Laureano, el obispo saludó a los feligreses y describió la celebración como un instante en el que «el cielo y la tierra se unen». Durante su homilía, Pérez Pueyo destacó tres encargos fundamentales que María deja a los creyentes: vivir con alegría, mantener firme la fe y cuidar de los demás.
La ceremonia reunió a numerosos fieles que acudieron al monasterio para participar en esta festividad mariana. El obispo subrayó la importancia de vivir con alegría, recordando que esta actitud es una manifestación del amor divino. Además, animó a los presentes a mantener su fe inquebrantable, incluso en momentos difíciles, como un testimonio vivo del compromiso cristiano.
Por otra parte, Pérez Pueyo enfatizó el deber de cuidar de los demás, siguiendo el ejemplo de María. Este llamado a la solidaridad y al servicio fue uno de los puntos centrales de su mensaje. El obispo concluyó su intervención invitando a los asistentes a reflexionar sobre estos encargos marianos y a integrarlos en su vida diaria como una forma de fortalecer su relación con Dios y con sus semejantes.