La parroquia de Santiago de Redondela despide a las Hijas de la Divina Providencia
La comunidad de las Hijas de la Divina Providencia, tras más de dos décadas en Redondela, se traslada a Vigo para continuar su labor pastoral y social en la parroquia de Santa Clara.
La parroquia de Santiago de Redondela rindió homenaje el pasado sábado, 20 de septiembre, a la comunidad de las Hijas de la Divina Providencia, que ha estado presente en la localidad durante más de veinte años. Esta comunidad, única en España, se traslada ahora a la parroquia de Santa Clara en Vigo, donde comenzará una nueva etapa. Las hermanas, originarias de Perú, han desempeñado un papel significativo en la vida pastoral de Redondela, especialmente en el ámbito catequético y en la gestión del albergue parroquial de peregrinos.
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Las Hijas de la Divina Providencia llegaron a la diócesis de Tui-Vigo hace 21 años. Durante su estancia, han colaborado con la Pastoral de la Salud, llevando la comunión a los enfermos en los hospitales Meixoeiro y Álvaro Cunqueiro. Además, han trabajado con la delegación de Misiones, ocupando la secretaría de Obras Misionales Pontificias en la diócesis tudense. Su contribución ha sido fundamental en diversas áreas pastorales y sociales.
El pasado domingo 21 de septiembre, la parroquia de Santa Clara en Vigo acogió a la comunidad durante una Eucaristía que contó con la presencia de la madre general de la congregación, la madre Doris. Juan Diz, párroco de Santa Clara, expresó su gratitud por la llegada de las hermanas, quienes se integrarán progresivamente en la vida parroquial viguesa. Este traslado marca el inicio de nuevos proyectos para las religiosas en la ciudad olívica.
El instituto religioso femenino de las Hijas de la Divina Providencia fue erigido el 28 de octubre del 2006 por el obispo de Abancay. Su misión incluye la atención a los más necesitados, el cuidado de enfermos y ancianos, la formación de la mujer y el apoyo a familias necesitadas. Además, colaboran en la pastoral de las Iglesias locales, la atención de seminarios y residencias sacerdotales, y la enseñanza en diferentes niveles educativos, especialmente en el ámbito religioso.
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