El proyecto "Pilar 2040", liderado por el Cabildo Metropolitano de Zaragoza, busca conmemorar el Bimilenario de la Venida de la Virgen del Pilar con iniciativas culturales, espirituales y sociales.
La Archidiócesis de Zaragoza ha dado inicio al proyecto "Pilar 2040", con el objetivo de conmemorar el Bimilenario de la Venida de la Virgen del Pilar en 2040. Este ambicioso plan, organizado por el Cabildo Metropolitano de Zaragoza, fue presentado oficialmente en la Santa Capilla de la Basílica. El evento contó con la presencia de figuras destacadas como el arzobispo de Zaragoza, Carlos Escribano, el deán del cabildo, Juan Sebastián Teruel, la alcaldesa de Zaragoza, Natalia Chueca, y el presidente de Aragón, Jorge Azcón.
Carlos Escribano destacó que el proyecto "Pilar 2040" es un plan de futuro que trasciende lo religioso, subrayando la importancia del Pilar como un faro de identidad y cohesión social. La devoción a la Virgen del Pilar se presenta como un vínculo que conecta a personas y naciones, especialmente con los pueblos de la Hispanidad. El arzobispo hizo una llamada a la sociedad, empresas e instituciones para unirse a este esfuerzo, buscando un renacimiento cultural que conecte con los jóvenes, denominados "generación del Pilar 2040".
Juan Sebastián Teruel detalló las tres líneas estratégicas del proyecto: Arte, Cultura y Patrimonio; Culto, Pastoral y Espiritualidad; y Dimensión Social y Caritativa. En el ámbito artístico, se centrará en la conservación del templo, destacando la rehabilitación de las torres del Pilar. En el aspecto espiritual, se creará un Centro de Acogida de Peregrinos para mejorar la experiencia de los fieles. En el ámbito social, se lanzará la Red Solidaridad Pilar 2024, destinada a apoyar a grupos vulnerables.
Natalia Chueca describió el bimilenario como un "acontecimiento único en la historia de la cristiandad", resaltando el legado y cariño que la Basílica y la Virgen generan. Recordó la histórica visita de Juan Pablo II en 1982 y expresó el sentimiento de responsabilidad de los zaragozanos como herederos de esta historia, asegurando que la celebración marcará el presente y futuro de la ciudad.
Jorge Azcón enfatizó el compromiso institucional y la proyección internacional del evento, describiendo al Pilar como un "referente indispensable en toda la esfera católica mundial". Anunció que la Plaza del Pilar será el centro de la celebración, simbolizando la convivencia y proyectando el evento a nivel global. Azcón concluyó que conmemorar los 2.000 años del Pilar es también trabajar por el futuro de Aragón.
El logotipo Pilar 2040 fue presentado como un símbolo de identidad y proyección, uniendo historia, fe y futuro. Cada elemento del diseño refleja la esencia del pueblo y la universalidad del símbolo del Pilar. La ceremonia incluyó intervenciones musicales y ofrendas, combinando tradición religiosa y cultural en el inicio de la cuenta atrás hacia el Bimilenario.