El informe anual de la Agencia Fides revela que los misioneros asesinados en 2025 ejercían su labor en África, América, Asia y Europa, destacando la violencia en Nigeria, Haití y Myanmar.
El informe anual de la Agencia Fides destaca el sacrificio de 17 misioneros asesinados en 2025 mientras cumplían su labor pastoral. Estos hombres y mujeres, entre los que se encuentran sacerdotes, religiosas, seminaristas y laicos, dieron testimonio del Evangelio en contextos de violencia y fragilidad humana. Su entrega se realizó en la sencillez de la vida cotidiana, en parroquias periféricas y comunidades rurales, donde su fidelidad al mensaje de Cristo se convirtió en una semilla fecunda.
África fue el continente más afectado, con 10 agentes pastorales asesinados, incluidos seis sacerdotes, dos seminaristas y dos catequistas. Nigeria, Burkina Faso, Sierra Leona, Kenia y Sudán fueron los países más golpeados. En América, se registraron cuatro víctimas, entre ellas dos religiosas en Haití, un sacerdote en México y un presbítero de origen indio en Estados Unidos. En Asia, dos sacerdotes fueron asesinados, uno en Myanmar y otro en Filipinas, mientras que en Europa, un sacerdote perdió la vida en Polonia.
Esta distribución geográfica refleja una tendencia persistente: África y América son los escenarios más afectados por la violencia que enfrenta la Iglesia en su misión de evangelización. La dignidad humana es frecuentemente vulnerada en estas regiones, donde la Iglesia continúa su labor en medio de la adversidad.
