El sacerdote Marcelo Ferrero fue condenado este martes a tres años de prisión condicional tras admitir su responsabilidad en un caso de abuso sexual ocurrido en enero de 2025, durante un campamento del grupo scout de la localidad santafesina de Ramona que tuvo lugar en Río Ceballos, provincia de Córdoba.
La sentencia fue dictada por el juez Javier Bottero, en los Tribunales de Rafaela, a partir de una investigación encabezada por la fiscal Favia Burella. Ferrero fue imputado por el delito de abuso sexual simple agravado por su calidad de ministro de culto.
El hecho se produjo durante el campamento de cierre anual del grupo scout, al que asistía la víctima, una menor de edad. En el marco de un juicio abreviado, Ferrero reconoció su culpabilidad, lo que permitió acelerar el proceso judicial.
Además de la pena condicional, el juez dispuso una serie de medidas accesorias: el sacerdote quedó inhabilitado de forma perpetua para ejercer el ministerio religioso, se le prohibió el ingreso a la localidad de Ramona y deberá residir en la provincia de Córdoba mientras dure la condena.
También se le ordenó participar en talleres de reflexión sobre masculinidades u otros programas similares, en el marco de medidas simbólicas y restrictivas orientadas a la reparación.
Horas después del fallo, la diócesis de Rafaela emitió un comunicado en el que informó que, al tener conocimiento de la denuncia en enero, activó el protocolo diocesano para casos de abuso de menores y adultos vulnerables. “Ante esta situación, que nos genera dolor y perplejidad, se decidió tomar contacto con los familiares de la víctima, informándoles del derecho que les asiste para realizar la correspondiente denuncia ante la Justicia”, señaló el mensaje firmado por el Área de Comunicación y la Comisión de Protección de Menores y Adultos Vulnerables del obispado.
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