La Iglesia en España celebra Jornadas de Oración por Vocaciones el 11 de mayo

El próximo 11 de mayo, coincidiendo con el domingo del Buen Pastor y el cuarto domingo de Pascua, la Iglesia en España celebrará la Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones y la Jornada de Vocaciones Nativas, eventos que buscan fomentar la cultura vocacional y apoyar las vocaciones en territorios de misión.
Bajo el lema "Para el Señor, en los hermanos", estas jornadas invitan a los fieles a reflexionar sobre su vocación personal y su servicio a la comunidad. La Conferencia Episcopal ha destacado la importancia de estas celebraciones para impulsar a los jóvenes hacia la vida consagrada y el sacerdocio. En todo el país, parroquias y comunidades religiosas organizarán actividades y momentos de oración dedicados a rezar por el aumento y la perseverancia de las vocaciones, especialmente en territorios de misión.
Este año, el lema surge como respuesta a la pregunta "¿Para quién soy?" planteada en el reciente Congreso de Vocaciones, que reunió a numerosos fieles y expertos en la materia. La Conferencia Episcopal ha organizado diversas actividades, incluyendo vigilias de oración, encuentros vocacionales y testimonios de religiosos y religiosas que compartirán sus experiencias de vida y fe.
La Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones se enfoca en rezar por el aumento y la perseverancia de las vocaciones al sacerdocio y a la vida consagrada, mientras que la Jornada de Vocaciones Nativas apoya a las vocaciones emergentes en territorios de misión, donde la Iglesia está en proceso de crecimiento. Ambas jornadas representan una oportunidad para que los fieles se unan en oración y reflexión sobre la importancia de las vocaciones en la vida de la Iglesia.
En un contexto de disminución de vocaciones en muchas regiones, estas jornadas cobran especial relevancia. La Iglesia busca sensibilizar a los fieles sobre la necesidad de orar y apoyar a quienes sienten la llamada a la vida consagrada. La Conferencia Episcopal subraya que estas jornadas no solo son un momento de oración, sino también una ocasión para renovar el compromiso de todos los bautizados en el acompañamiento y promoción de las vocaciones, contribuyendo así a un renovado impulso vocacional, esencial para la misión evangelizadora de la Iglesia en el mundo actual.
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