El Jueves Santo, Antonio Prieto Lucena, obispo de la diócesis de Alcalá de Henares, presidió la liturgia en la Catedral-Magistral, destacando el rito del lavatorio de pies como símbolo de humildad y servicio, en línea con las enseñanzas de Jesús. La ceremonia, que congregó a numerosos fieles, se desarrolló en un ambiente solemne y fue marcada por momentos de profunda reflexión espiritual.