Mons. José Manuel Lorca Planes, obispo de Cartagena, presidió la Misa Crismal en la Catedral de Cartagena, donde se consagró el Santo Crisma y se bendijeron los óleos para catecúmenos y enfermos. Este evento religioso, que tuvo lugar recientemente, contó con la participación de aproximadamente 200 presbíteros diocesanos.
La ceremonia fue enriquecida con la presencia de seminaristas de los seminarios Mayor San Fulgencio, Misionero Redemptoris Mater y Menor San José, además del arzobispo emérito de Burgos, Mons. Francisco Gil Hellín. Durante la homilía, Mons. Lorca instó a los sacerdotes a ser "sembradores de esperanza" y destacó la importancia de amar, perdonar y servir. "No son tiempos de encerrarse, sino de salir a ofrecer lo mejor que tiene la Iglesia", enfatizó, dirigiéndose especialmente a aquellos que enfrentan grandes dificultades.
El obispo también agradeció al Consejo Diocesano de Pastoral por su contribución al Encuentro Diocesano de Laicos, resaltando el papel crucial de los sacerdotes en la proclamación de las verdades divinas necesarias para la salvación. Subrayó que la esperanza y el amor son esenciales para guiar a las personas hacia el bien y hacia Dios.
La homilía culminó con la renovación de las promesas sacerdotales y la plegaria eucarística, durante la cual se bendijeron los óleos de los enfermos y catecúmenos, y se consagró el Santo Crisma. Este será utilizado en la unción de los bautizados, confirmados y ordenados, así como en la consagración de altares e iglesias.
Para concluir, Mons. Lorca solicitó a los fieles oraciones por los sacerdotes, especialmente por aquellos que están enfermos, ancianos o han fallecido recientemente. Además, reconoció a los presbíteros que participaban por primera vez en la Misa Crismal y expresó su gratitud hacia quienes siguieron la ceremonia a través de Popular Televisión y TRECE TV.
Escribir un comentario