La Diócesis de Jaén organiza un jubileo en el Centro Penitenciario con misas y actos penitenciales, destacando la presencia del Santísimo Cristo del Perdón y la participación de internos y autoridades.
El próximo 24 de septiembre, la Iglesia celebrará a Nuestra Señora de la Merced, patrona de las prisiones y de la Pastoral Penitenciaria. En este contexto, la Diócesis de Jaén organizará celebraciones en el Centro Penitenciario, junto a internos, funcionarios, voluntarios y cofrades. Este jubileo es uno de los más significativos, ya que, junto al de los enfermos y al de los mayores, será de los pocos celebrados fuera de la Catedral de Jaén durante el Año Jubilar.
Los actos comenzarán el sábado, 20 de septiembre, con la llegada del Santísimo Cristo del Perdón al Centro Penitenciario a las 8:15 h. Se celebrarán misas a las 9:00 y 10:30 h, con la participación de internos y miembros de la Cofradía. Además, se entregará a los internos una estampa conmemorativa del Año Jubilar. Los días 21, 25 y 26 de septiembre se realizarán actos penitenciales en los módulos, ofreciendo a los internos la oportunidad de recibir el Sacramento de la Reconciliación.
El martes, 24 de septiembre, se celebrará una misa a las 9:00 h en la capilla del Centro Penitenciario y otra a las 12:00 h en la parroquia de Cristo Rey, presidida por el Vicario General y concelebrada por el capellán José González y el delegado de Pastoral Penitenciaria, Domingo Pérez. Asistirán directivos de la cárcel, funcionarios, autoridades civiles y voluntarios. El sábado, 27 de septiembre, el Obispo Sebastián Chico Martínez presidirá la Eucaristía en el polideportivo del Centro Penitenciario, con la presencia del Cristo del Perdón.
Finalmente, el domingo, 28 de septiembre, se celebrarán misas a las 9:00 y 10:30 h en la capilla del Centro Penitenciario, con internos e internas y miembros de la Cofradía del Perdón. Tras las misas, la imagen será trasladada nuevamente a la parroquia de Cristo Rey. Estos días de esperanza en el Centro Penitenciario de Jaén permiten compartir la fe con los privados de libertad, bajo el amparo de la Virgen de la Merced.