Más de 800 sacerdotes renuevan sus promesas en la Misa Crismal de Madrid

El pasado Martes Santo, 15 de abril, más de 800 sacerdotes se reunieron en la catedral de la Almudena en Madrid para celebrar la Misa Crismal, donde renovaron sus promesas sacerdotales y concelebraron con el cardenal José Cobo, arzobispo de Madrid. Este evento anual es una manifestación significativa de la comunión del clero con su obispo.
La ceremonia comenzó a las 12:00 horas, aunque los sacerdotes comenzaron a llegar desde las 11:00 horas. Durante la liturgia, el cardenal Cobo, acompañado por los cardenales eméritos Antonio María Rouco Varela y Carlos Osoro, así como por los obispos auxiliares de la diócesis, instó a los sacerdotes a renovar su compromiso con la misión de Cristo. En su homilía, presentó tres ánforas simbólicas que representan el Bautismo, el discernimiento comunitario y la esperanza, destacando la importancia de los laicos, la toma de decisiones conjuntas y la presencia de Dios en la comunidad.
La Escolanía del Escorial proporcionó el acompañamiento musical, enriqueciendo la celebración con su interpretación. El cardenal Cobo, en un momento emotivo, expresó su gratitud hacia los sacerdotes por su dedicación continua, mencionando que “otro año se nos hace pequeña la catedral” debido a la gran asistencia. Subrayó la necesidad de construir puentes y sembrar esperanza, enfatizando que los sacerdotes son ungidos para hacer sentir a todos la ternura de Dios.
Tras la homilía, se procedió a la renovación de promesas por parte de los sacerdotes, seguida de la bendición de los óleos de los enfermos, catecúmenos y el santo crisma, este último consagrado con perfume de nardo, simbolizando el buen olor de Cristo y la nueva vida en el Espíritu. Los sacerdotes participaron extendiendo una mano, simbolizando la unidad en el sacerdocio de Cristo.
La Misa Crismal se celebra en Madrid el Martes Santo para facilitar la participación del clero y el pueblo, en preparación para los eventos del Jueves Santo. Al finalizar, el cardenal Cobo reiteró su agradecimiento a los sacerdotes, destacando el valor de su vocación con las palabras: “hoy podemos decir merece la pena ser cura”. La catedral continuará con las celebraciones de la Semana Santa, incluyendo el Vía Crucis diocesano el Miércoles Santo.
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